Estuve en
Puertomingalvo una mañana de agosto de 2002, vi el
pueblo que me pareció precioso, y un chaval, que se llamaba Rubén, que estaba en Turismo del lugar, me llevó a una
tienda que se llamaba
Casa Pura, para mí aquello fue como un viaje en el tiempo. Me encantó el lugar y la gente. Seguro que vuelvo a por un clarete en Casa Pura. Un abrazo afectuoso.