El Castillo de Puertomingalvo no ha pertenecido a la Orden del Temple: el castro fue donado por el rey Pedro II al obispo y cabildo de Zaragoza a principios de 1202. Por lo tanto Puertomingalvo ha sido un señorío eclesiástico. Además, no hay restos que indiquen la presencia de aquéllos en este pueblo.
