Cañete la Real celebra este año el V Centenario de Nuestra Señora de Caños Santos, un aniversario que hará que el obispo de Málaga, Jesús Catalá, lleve a cabo su primera coronación canónica, desde que llegó a la diócesis de Málaga, el 16 de septiembre.
Además, la Santa Sede, mediante la petición del obispo, ha otorgado al municipio un Año Jubilar, es decir, un año de gracia en el que los cristianos van a poder ganar la indulgencia plenaria. Esto es, el perdón de los pecados y las penas por mediación de la Iglesia.
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El Año Jubilar de este pueblo de la Serranía comenzaba el pasado 2 de febrero, pero la apertura solemne, tendrá lugar el 24 de marzo, coincidiendo con la víspera de la Encarnación del Señor. Esta mención sitúa a Cañete la Real al nivel de lugares como Santiago de Compostela, Caravaca de la Cruz, Roma o Tierra Santa, en lo que a la concesión de la indulgencia se refiere.
Nuestra Señora de Caños Santos, a la que muchos fieles le procesan una profunda veneración, fue encontrada en 1512 en Valle Hermoso (Alcalá del Valle), donde posteriormente se construiría un convento franciscano. La sucesión de enfermedades como la peste o desastres naturales como la sequía, provocaron que la imagen visitara en varias ocasiones el pueblo.
La devoción que mostraban los cañeteros hacia esta Virgen propició que, tras una acuerdo firmado con los franciscanos y una vez que la congregación abandonó el convento, Nuestra Señora de Caños Santos se quedara definitivamente en Cañete la Real en 1830.
Desde entonces, cada tercer domingo de septiembre cañeteros y foráneos esperan ver salir a la Virgen, llenando el pueblo de vida y dedicándole sus rezos y peticiones durante las noches de novena, las mañanas de rosario y el día de la procesión. Cuando han pasado pocos días desde que se iniciase el Año Jubilar, ya algunas parroquias y grupos de la zona han mostrado su interés por peregrinar y visitar a la Virgen cañetera.
Además, la iglesia de Cañete ya ha programado una peregrinación hasta el lugar donde apareció la Virgen. También, de manera excepcional la Virgen saldrá en procesión el 15 de agosto, haciendo posible que los que un día emigraron y vuelven al pueblo en verano puedan contemplarla.
Según, Jesús Hernández, párroco de Cañete la Real, la Iglesia ha hecho un reconocimiento y la coronación canónica significa que la devoción que se le da a la Virgen en Cañete, bajo la advocación de Caños Santos, es una devoción auténtica, de solera y antigua. Además, Hernández ha afirmado que «Años Jubilares en esta zona no se han visto muchos y en la Diócesis de Málaga muy pocos, por ello esto será una gracia de la que podrán disfrutar muchos creyentes y no sólo los cañeteros».
Por su parte, el hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de Caños Santos, Manuel Mesa, ha mostrado su enorme satisfacción por la coronación canónica de la Virgen, ya que tanto él como su familia le han dedicado a la patrona de Cañete toda su vida. «Sólo de pensarlo se me pone la piel de gallina, con el corazón en la mano confieso que no sé si aguantaré tanta emoción», ha reconocido. «Llevamos más de un año preparando documentos a través del Ayuntamiento, para que en los meses de junio, julio, agosto y septiembre Cañete sea otro Cañete», ha asegurado.
Con poca experiencia, pero con la misma ilusión de este año, Conchita Beltrán se inició como albacea de culto con solo 15 años. «Llevo toda la vida con ella, le cuento mis alegrías y mis penas. Se tarda mucho en arreglarla pero el pueblo se vuelca con esta tarea».
La albacea ya tiene preparado todos los enseres que la Virgen va a lucir en los días claves de este Año Jubilar. «El día de la coronación llevará el vestido de oro y un manto que se ha estado arreglando», ha desvelado.
El Ayuntamiento de Cañete la Real también colaborará con la Iglesia y con la Hermandad de Nuestra Señora de Caños Santos en este proyecto. Lorenzo García, delegado municipal de Fiestas, ha resaltado la importancia de la Virgen para el pueblo, «aquí el verano no termina en agosto, sino que pasa el tercer domingo de septiembre y comienza el mal tiempo, parece mágico», ha señalado.
Y es que, todo el pueblo está poniendo su granito de arena para que los devotos de esta imagen y quienes peregrinen se sientan un poco más cerca del cielo.
Además, la Santa Sede, mediante la petición del obispo, ha otorgado al municipio un Año Jubilar, es decir, un año de gracia en el que los cristianos van a poder ganar la indulgencia plenaria. Esto es, el perdón de los pecados y las penas por mediación de la Iglesia.
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El Año Jubilar de este pueblo de la Serranía comenzaba el pasado 2 de febrero, pero la apertura solemne, tendrá lugar el 24 de marzo, coincidiendo con la víspera de la Encarnación del Señor. Esta mención sitúa a Cañete la Real al nivel de lugares como Santiago de Compostela, Caravaca de la Cruz, Roma o Tierra Santa, en lo que a la concesión de la indulgencia se refiere.
Nuestra Señora de Caños Santos, a la que muchos fieles le procesan una profunda veneración, fue encontrada en 1512 en Valle Hermoso (Alcalá del Valle), donde posteriormente se construiría un convento franciscano. La sucesión de enfermedades como la peste o desastres naturales como la sequía, provocaron que la imagen visitara en varias ocasiones el pueblo.
La devoción que mostraban los cañeteros hacia esta Virgen propició que, tras una acuerdo firmado con los franciscanos y una vez que la congregación abandonó el convento, Nuestra Señora de Caños Santos se quedara definitivamente en Cañete la Real en 1830.
Desde entonces, cada tercer domingo de septiembre cañeteros y foráneos esperan ver salir a la Virgen, llenando el pueblo de vida y dedicándole sus rezos y peticiones durante las noches de novena, las mañanas de rosario y el día de la procesión. Cuando han pasado pocos días desde que se iniciase el Año Jubilar, ya algunas parroquias y grupos de la zona han mostrado su interés por peregrinar y visitar a la Virgen cañetera.
Además, la iglesia de Cañete ya ha programado una peregrinación hasta el lugar donde apareció la Virgen. También, de manera excepcional la Virgen saldrá en procesión el 15 de agosto, haciendo posible que los que un día emigraron y vuelven al pueblo en verano puedan contemplarla.
Según, Jesús Hernández, párroco de Cañete la Real, la Iglesia ha hecho un reconocimiento y la coronación canónica significa que la devoción que se le da a la Virgen en Cañete, bajo la advocación de Caños Santos, es una devoción auténtica, de solera y antigua. Además, Hernández ha afirmado que «Años Jubilares en esta zona no se han visto muchos y en la Diócesis de Málaga muy pocos, por ello esto será una gracia de la que podrán disfrutar muchos creyentes y no sólo los cañeteros».
Por su parte, el hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de Caños Santos, Manuel Mesa, ha mostrado su enorme satisfacción por la coronación canónica de la Virgen, ya que tanto él como su familia le han dedicado a la patrona de Cañete toda su vida. «Sólo de pensarlo se me pone la piel de gallina, con el corazón en la mano confieso que no sé si aguantaré tanta emoción», ha reconocido. «Llevamos más de un año preparando documentos a través del Ayuntamiento, para que en los meses de junio, julio, agosto y septiembre Cañete sea otro Cañete», ha asegurado.
Con poca experiencia, pero con la misma ilusión de este año, Conchita Beltrán se inició como albacea de culto con solo 15 años. «Llevo toda la vida con ella, le cuento mis alegrías y mis penas. Se tarda mucho en arreglarla pero el pueblo se vuelca con esta tarea».
La albacea ya tiene preparado todos los enseres que la Virgen va a lucir en los días claves de este Año Jubilar. «El día de la coronación llevará el vestido de oro y un manto que se ha estado arreglando», ha desvelado.
El Ayuntamiento de Cañete la Real también colaborará con la Iglesia y con la Hermandad de Nuestra Señora de Caños Santos en este proyecto. Lorenzo García, delegado municipal de Fiestas, ha resaltado la importancia de la Virgen para el pueblo, «aquí el verano no termina en agosto, sino que pasa el tercer domingo de septiembre y comienza el mal tiempo, parece mágico», ha señalado.
Y es que, todo el pueblo está poniendo su granito de arena para que los devotos de esta imagen y quienes peregrinen se sientan un poco más cerca del cielo.
