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JIMENA: ¡Hola Ana:...

Hola Luís:
Dices tratar de "dibujar" el marco donde se celebró la VELADA FLAMENCA, que por cierto, de yo haber tenido la enorme dicha de estar en Jimena, ¡còmo la hubiese disfrutado!, pero bueno, ese es otro tema. Creo, amigo mío, que en esa maravillosa descripción que haces del lugar, no "dibujas", porque en el dibujo, por muy preciso que éste sea, la imagen se recoge y queda congelada, estática..., se deja para la capacidad de "imaginación" que tenga el espectador ante tal dibujo. Para mí, tú has "filmado", partiendo de que "filmar" es recoger algunas escenas en movimiento. Mira por qué te digo esto: No sólo me actualizaste la imagen que tenía de ese inolvidable patio..., recuerdos gratos llegaron a mi mente de una hermosa etapa de mi vida..., los juegos con mis compañeras de escuela, la voz de mi querida maestra Dña. Pepita..., tantas cosas vividas en ese preciso lugar. Luego, conforme iba leyendo tu relato, me sentí totalmente transportada..., simplemente ¡estaba allí!... sintiendo en mi rostro y en todo mi cuerpo la caricia de esa fresca brisa nocturna, hasta me estaba regalando los aromas de nuestros huertos, de nuestra imponente sierra, de nuestras flores... Pude ver, también, cómo esa brisa jugaba con la arábiga y "confidente" palmera, meciéndola suavemente; es más, me pregunté si... ¿quizás y a pesar de su edad, élla disfrutaba bailando al compás de aquel rasguear de guitarra y esos cantes que salen del alma? Y quien no, si hasta yo hubiese querido subir a ese coqueto tablao y dejándome embrujar por ese duende que tiene nuestro flamenco, levantar los brazos al viento, permitiendo que mis manos se moviesen cual si fueran palomas en un vuelo de filigranas. Igualmente, sentí cómo el rumor de la fuente-taza, servía, no sólo como armonioso y especial fondo musical al espectáculo que se estaba desarrollando, sino también, como "mantram relajante" a las tertulias realizadas "pre","entre" y "post" al espectáculo mismo... Te seguía leyendo y mi espíritu, junto con todos mis sentidos, se mantenía anclado allí... disfrutando de aquel entorno... Creo haberme dirigido a esa negra barandilla, embelesada y un poco melancólica, dejé ir la mirada hacía el horizonte y... efectivamente, los parajes contemplados me eran ¡tan familiares..., tan queridos...!, que no pude evitar que el llanto humedeciera mis ojos... Eran lágrimas de alegría, de nostalgia..., qué sé yo..; Una verdadera mezcla de sentimientos se anidaron en mí al sentirme... tan cerca, emocionalmente; y al mismo tiempo... tan lejos fisicamente.
Como quiera que sea, me encantó este viaje virtual que me has permitido hacer con este relato. Es por eso que no puedo dejar de expresarte mi agradecimiento. Espero y sueño que, algún día, pueda comprobar, físicamente, todo ese entorno que tan deliciosamente has "filmado".
Y para finalizar, quisiera agregar algo sobre el tema de las "guajiras". Explicas muy bien su concepto cubano, así como su definición en el cante flamenco, de manera que al respecto no tengo nada que ampliar. Pero sí desearía aportar algo que me parece interesante: Existe una península llamada Guajira, ubicada en el noroeste de Venezuela, exactamente en el estado Zulia (aquí "estado" es igual a provincia). Este estado es frontera con Colombia y el territorio de la península está dividido entre los dos paises: Venezuela - Colombia; por lo que se habla de una "guajira venezolana" y otra "guajira colombiana". Sus pobladores son guajiros, pertenecientes a una etnia indígena llamada "wayúu".
Contarles sobre sus costumbres, su idioma, etc., creo que no es el momento, además de que San Google les informa exactamente sobre lo deseado. Yo sólo quería acotar, que existe, en esta hispanoamérica, otro lugar donde a sus habitantes tambien se les llama "guajiro o guajira", aunque, obviamente, no tiene ninguna relación con la historia de la génesis de ese palo del flamenco.
Espero que cada viaje tuyo a nuestro querido pueblo, tenga un posterior relato que nos permita, especialmente a los que estamos en la distancia, acercarnos un poquito más a lo añorado..., a lo querido..., a nuestra raiz: JIMENA
Un abrazo, Ana

Hola Luís:
Justamente, respecto al último punto de mi mensaje, sucedió algo gracioso en días pasados: tengo una amiga de origen wayúu, es decir, "guajira" y conversando con élla, le contaba sobre el tema de las "guajiras flamencas"; por supuesto, de manera bastante simple y básica, dado que no me considero una erudita en semejante área. Sin embargo, al final, terminamos riéndonos, (ambas somos de buen humor), pues nos imaginábamos cómo habiese sido la "guajira flamenca" con la influencia de la música originaria de la "guajira venezolana". Para ser más explicita con élla, busqué en internet una "guajira", cantada por Pepe Marchena, y traté de mostrarle cómo se bailaría con cierto aire flamenco; y élla, por su parte, trató de llevarlo a su ritmo "guajiro-wayúu". En fín, consideramos que, definitivamente, suena mejor que con ese cadencioso y sabroso ritmo cubano.
Un abrazo, Ana

¡Hola Ana:

Casi siempre suelo contestar a las réplicas de todas mis intervenciones. Sin embargo, no todos los días puedo sacar el tiempo necesario para dedicarlo a leer el Foro. Así que, en primer lugar, te doy las gracias por tus cariñosos comentarios a mi “relato” de la Velada Flamenca. Además, siempre es interesante y provechoso contrastar estilos literarios con acentos y peculiaridades de otras latitudes. De siempre me ha llamado la atención el hecho de que en toda Sudamérica se conserva bastanteo mejor el castellano y vuestro léxico es mucho más rico que el utilizado en la propia Península. Según algunos estudiosos de nuestro idioma, los españoles de hoy en día sólo manejamos entre dos y tres mil palabras. Quizás, la práctica desaparición del género epistolar entre la gente de a pié (el correo electrónico es un mundo aparte) y el lenguaje tipo “indio western” (con mis respetos a todos los indios) utilizado por las nuevas generaciones en sus intercambios de SMS, sean factores claves ante este hecho. Como decimos por aquí, ahí se pueda encontrar a la “madre del cordero”. Pero en fin, esto es lo que tenemos y puede que lo que nos merezcamos.

Tus comentarios del otro día sobre los Wayús o Guajiros de Venezuela y Colombia me despertaron algunos viejos y “brumosos” recuerdos. Todavía conservo los apuntes que tomé en mis clases nocturnas (como las de tantos estudiantes-trabajadores) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología para la asignatura “Historia Política del Continente Americano”. Como ya ha llovido mucho desde aquellos lejanos años setenta y tantos, he vuelto a echarles un vistazo.

A estos Wayús o Guajiros (hombre o señor poderoso en el arahuaco-guajiro), aborígenes de la península de la Guajira asomada al mar Caribe, que habitan territorios de Venezuela y Colombia, que eran conocidos como magníficos, valientes y feroces guerreros, intentaron ¿lo siguen intentando? eliminarlos los respectivos Gobiernos de ambos países. La guerra de las etnias dominantes sobre las más atrasadas y minoritarias (pero dueñas de alguna clase de riqueza natural) es la Historia de la Humanidad repetida en todos los confines de nuestro planeta.

A muchos de tantos “moros” que habitan por esos lares jimenatos, les encantaría la Poligamia que todavía se mantiene en ese pueblo casi extinguido. Aunque seguramente se “echarían patrás” cuando ante el acto parecido a lo que en Jimena denominamos “pedir la puerta” (apajá creo que los llaman ellos), los futuros suegros les demandaran la cantidad de ganado o joyas que es necesario satisfacer antes de entregar a la novia.

Parece ser que en las diferentes actividades cotidianas, las festividades y los rituales es habitual el uso de la música tradicional. Sus labores de pastoreo las acompañan con música producida por flautas o “canutillas”, los pitos hechos de elementos del medio (la madera del limón seco es una de las más utilizadas) se usan en actividades de ganadería. Debe de ser maravilloso (sobre todo para los hombres) cuando en las celebraciones relacionadas con el desarrollo de la mujer se bailan danzas en donde las jóvenes desafían “provocadoramente” a sus posibles enamorados. No tañen la guitarra o los “guitarrillos (esencial en el flamenco) y los instrumentos musicales más utilizados son flautas, pitos y tambores. La palabra wayuu es la autodesignación usada por los indígenas, significa persona en general, indígena de la propia etnia, aliado y también la pareja (el esposo o la esposa). Son los no indígenas los que denominan a los los wayús como "Guajiros". La palabra "guajiro" se presta a confusión porque normalmente es usada por los wayús para designar a los no indígenas habitantes de la Guajira y en ese caso significa "colono". Ya sabemos que, en Cuba y las Antillas se llama "guajiros" a los campesinos blancos (muchos de ellos andaluces y canarios), a la población que vive en zonas rurales y en general a aquel que cultiva la tierra o cuida de las plantaciones agrícolas.

El otro día, hablaba de la Guajira como uno de los “palos flamencos” que se incluyen en los denominados “Cantes de Ida y Vuelta”. Yo, sólo soy un buen aficionado al arte de D, Antonio Chacón (para algunos el auténtico “maestro de maestros” pues a Pepe Marchena lo tildan como usurpador de ese galardón), pero tengo la desgracia de tener el “oído de cartón piedra”. De teoría, se puede saber bastante gracias a las numerosas Enciclopedias de Flamenco, aunque a la hora de distinguir los palos conforme se están escuchando, es diferente. Con los palos de rasgos más marcados no tengo problema, con los fandangos, peteneras, medias granainas, caracoles o tanguillos de Cádiz, etc. Para los que se prestan a la confusión (por el parecido que yo encuentro entre ellos), tengo un truco, procuro memorizar la letra de la canción interpretada en el palo correspondiente, cuando vuelvo a oír la letra identifico al palo de marras.

Algún experto flamencólogo decía que, el nombre de Ida y Vuelta es afortunado pues son cantes que fueron, volvieron y no se quedaron allá. Argumentaba que en la América española no arraigaron de forma diferenciada los cantes flamencos. Se puede constatar que, la influencia americana en el flamenco se remonta a sus orígenes, aunque fue a lo largo del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX cuando los cantes de influencia americana se desarrollaron. Fueron los años en que la intensidad de la comunicación con América hizo más fluida y homogénea la variedad de cantes "americanizados". Se clasifican dentro de este grupo la guajira, la colombiana, la rumba y la milonga. Otros cantes tienen influencias americanas, pero los más conocidos son los mencionados. Según parece, los emigrantes españoles, principalmente andaluces, traían unos estilos musicales que se popularizaban fácilmente. Su interpretación era libre y no faltaba quien lo hacía a la "flamenca" pero siempre con un ritmo alegre. Hay que tener muy presente que todos estos cantes entran en España a través de Cádiz, donde se “aflamencan” conservando el estilo fiestero de los cantes gaditanos. Otra característica de estos cantes es su temática: nostalgia de aquellas tierras fértiles y lujuriosas, sus mujeres o sus pueblos. En contra de lo que podría parecer los cantes de ida y vuelta, sobre todos los de influencia cubana, no desaparecieron con la perdida de Cuba y Puerto Rico, sino que su máximo esplendor lo alcanzan en los años 30 del siglo XX cuando los grandes intérpretes de esa época, como Pepe Marchena, los popularizaron. En los años 50 entran en decadencia. La causa de esa caída pudo ser doble: por un lado, la llamada renovación del Cante de finales de los 50 que pretendía "recobrar" el purismo del flamenco menospreciando las modalidades que no se atenía al considerado cante “jondo” como era el caso de los cantes de ida y vuelta. Por otro lado, el cese de las corrientes migratorias hacia Cuba. La instauración de la Dictadura Castrista impidió el aporte de nuevos ritmos y temas que alimentaran esos cantes. Ambas dictaduras, la musical y la política, dieron un golpe casi mortal a estos cantes. Faltando la savia, el árbol se seca o casi. Durante ese periodo, sólo un pequeño grupo de cantaores mantuvo viva la llama de estos palos flamencos. Unos, como Pepe Pinto, usando las frases de los cantes de ida y vuelta y otros, como Pericón de Cádiz que, aparte de cantar por guajiras y colombianas, usaban los giros de estos cantes para meterlos de hurtadillas en otros cantes festeros.

En esta pequeña explicación de los cantes "americanos" ocupa un lugar primordial la Guajira, tal vez, por ser un cante cuyo itinerario de ida y vuelta sea más fácil de seguir. Ya hemos contado como el significado de la palabra revela su casta española. Fueron sobre todo canarios (aunque con fuerte influencia de los andaluces) los creadores del folklore campesino cubano menos influenciado por los ritmos africanos. Dentro de ese folklore campesino canario-andaluz nos encontramos con el punto cubano cuya estructura rítmica, melódica y armónica, con adaptaciones a la estética flamenca, se encuentra muy presente en la Guajira. En el conjunto de esos cantes, la Guajira es el que más ha marcado las tonalidades generales y admite mayor número de versiones y giros puramente flamencos. Para ilustrar el carácter trasatlántico de este cante se puede hablar del Piyayo, cantaor malagueño que fijó definitivamente la estructura de la Guajira. Fue soldado en Cuba y después presidiario. De ambas experiencias derivan su aportación a ese cante.

Bueno Ana, de lo que dices de las cuestas no te preocupes, en el Foro se intuye que no te faltaran “porteadores” para ayudarte a superarlas. Si cuando vengas por Jimena coincidimos, te aseguro que tendrás una serenata como las de antes con alguna Guajira en el repertorio nocturno. Respecto al IV encuentro Forero no creo que haya ningún problema, como a todos nos gusta la “juerga”, con dos o tres días de antelación se puede organizar el evento.

Saludos y hasta otra,
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Luis, después de esta clase magistral quien se atreve añadir algo, pues bien al menos felicitarte por tu disponibilidad siempre y animarte que sigas haciéndolo somos muchos los que nos encanta tus intervenciones en el foro sobre todo cuando tiras de sociología política aunque a veces discrepamos con mucha y buena salud.
Un abrazo.
Mariano.
P. D. La fecha del foro no podrá estar en las etiquetas de pacharán este año, eso si estará el pacharán y la etiqueta correspondiente indicando que es el 4º ... (ver texto completo)