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JIMENA: Hola Ana buenos días, parece mentira la cantidad de...

¡Qué emoción! Yo no había visto esta foto. Para ser sincera, la emoción no es por la procesión porque esa sí la había visto en otras fotos, es por la sensación que me ha dado al contemplar los escalones. ¡Cuántas veces tuve esa imagen! Las veces que nos poníamos a tomar el fresco de la noche, con los vecinos María, su esposo Mariano, los padres de Catalina (esposa de Andrés Lete), y un señor, que en este momento no recuerdo su nombre, pero tenía la entrada principal de su casa, bajando los escalones a mano derecha, creo que se llamaba Juán; bueno esa era la vista que teníamos desde arriba de los escalones. Lo único que no existía es esa fachada alta con una terracita, al menos yo no la recuerdo. Cuántas veces bajé "volando" esos escalones... que recuerdos...

Es muy amigo del padre de Mariano y se llama Juan "el Mecánico", yerno de Paca la de Cuestablanquilla y hermano de Isabel, "la de Melchor o de la de la Tienda.

Entrañable amigo de Mi Padre tanto Juan como su mujer Manolita al igual que a sus hijos Antonio y Marina a ls quemando un fiuerte abrazo de Mi Padre y Mio.
Un saludo desde Pamplona.
Por cierto Marina a ver si no vemos algun año con Tu hermano me veo casi todos lo años.
Mariano

Hola Mariano, ya veo que tú eres de los pocos que a estas horas nos acompañas. Por lo que he leido sobre tu viaje a Jimena en Julio, supongo que que ya debes tener la maleta lista. ¡Qué suerte la tuya!. Ya ves cómo la gente, en esos pequeños pueblos, cuando queremos ver, casi que todos somos familia. Ese señor, Juán, que luego recordé lo de "el mecánico", me parece verlo asomado a una ventana de su casa, que daba a "nuestro callejón", asustando a mi hermana Paky, pues tenía mucho "genio" y le daba mucho quehacer a mi mamá, entonces mi madre, para tratar de apaciguarla, le nombraba "al coco", (Juán). Por cierto, mi hermana no se tragaba ese cuento y no había Dios quien la calmara. De todas nosotros, según mi madre, era la más tremenda. Y haciendo una relación del genio de mi hermana, con la familia de Josefa La Parpala, cuento que una vez que mi madre iba a trabajar a Albanchez e iba a hacer noche allí, nos quedamos al cuidado de Josefa, pero cuando llegó la noche, Paky no quería irse a dormir a su casa porque según élla, la cama de Josefa no tenía los barrotes dorados que tenía la nuestra; en vista de que no había cómo convencerla, Josefa dice que entonces élla se venía a nuestra casa a dormir (no recuerdo si élla o mandaba a Lore o Ventura), el caso es que esa idea tampoco le convencía a mi hermana y ya el llanto nos tenía al borde, de tal manera que al preguntarle, entonces... ¿qué es lo que quieres por fín?, su única respuesta: "... pues ni me voy..., ni me quedo". La niña ya era "filósofa". Anécdotas de un recuerdo que se irá conmigo. Abrazos

Hola Ana buenos días, parece mentira la cantidad de recuerdos que tenemos a pesar del poco tiempo que la vida nos dejo disfrutar de nuestro Pueblo, como la memoria es capaz de retener esta pequeñas historia llenas de sentimientos hermosos.
Como tu dices se irán con nosotros pero seguro que quedara una raíz importante en nuestros hijos. En mi caso nunca dejo de hablarles de mi querido Pueblo y hoy es el día que a pesar de la distancia raro es el año que alguno de lo tres no baja aunque se para unos pocos días.
Como dice Rafi es verdad que el Pueblo ya no era lo que Tu y Yo conocimos en aquellos años, cualquier estación de tiempo era un encanto de vivencias a diario como la vida misma algunas tristes otras alegres pero todas ella dando muestra de un Pueblo vivo.
Alguna de las que mas recuerdo y me suele decir Lourdes son aquellas tertulias de verano entre vecinos en las puertas de la casas el corretear de muchachos y muchachas jugando a cualquiera de aquellos juegos con participación de pandillas hasta altas horas de la noche, que pocos juguetes eran necesarios para que aquellos niños fueran felices y que poco gasto generaba a las familias, ya serian pudientes o no, a Lourdes esta tertulias le deslumbraban y desgraciadamente esto a disminuido bastante ya apenas se ven, cuando bajas de echar un cerveza o de dar el paseo a Canava poquitas familias están tomando la fresca, también hay que decir que el aire acondicionado algo ha tenido que ver en esto no se si afortunadamente o desafortunadamente quiero creer que la me jora del bienestar siempre debería ser positivo.
Otro acontecimiento nocturno era poder asomarse a cualquier muralla o baranda desde el paseo y ver aquellas lucecitas de faroles o carburos en las huertas del Pueblo, no había una solo huerta en la que no habría en verano una familia que a las noches se juntaban tres o cuatro familias a tomar un vaso de vino y una tapilla, que conversaciones mas amenas sobre cualquier tema de la época con que poquito la gente era feliz lastima que el Caudillo no invirtiera un poquito de aquella industria que se llevo para el norte desde Asturias hasta Cataluña, estoy seguro que de a ver sido así, muchos de nosotros estaríamos dando vida a nuestro Pueblo.
Bueno Ana que empiezo y no se acabar, lo dejo aquí si Dios quiere el día 4 de julio a ver si probamos las brevas, bien es verdad que no soy mucho de este fruto tan exquisito.
Un saludo para toda tu Familia.
Mariano