Quizás llegue un día en el que ya no recuerde tu nombre. Quizás llegue un día en el que no recuerde cómo usar los cubiertos, como se hacía una trenza o cual era tu
comida favorita. Quizás no recuerde cómo nos conocimos. Cuáles fueron nuestras charlas y cuáles las reconciliaciones.
Quizás no recuerde los días más especiales o la simple rutina. Pero seguro no será porque no quiera, sino porque no pueda hacerlo.
Entonces recuerda tú cómo soy. Porque sigo siendo la misma persona. Recuerda tú cómo te
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