La
cuenca del
río, que cruza China, Vietnam, Myannar, Tailandia, Camboya y Laos, es un punto caliente de biodiversidad sometido «a una presión humana sin precedentes», afirma WWF. «Casi cada nuevo estudio de
campo produce nueva diversidad, pero documentarla es una carrera contra el tiempo», explica Raoul Bain, del
Museo Americano de
Historia Natural, en el informe presentado por la ONG.