ALBUÑAN: CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA....

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA.

El poder caciquil de algunas familias ricas en Albuñán siempre fue evidente aunque desde 1929, la clase obrera y

campesina se organizó y tomó fuerza políticamente.

En mayo de 1931, pocos días antes de las elecciones que dieron el triunfo a la República, los cacique secuestraron

y encerraron en el ayuntamiento a los opositores de izquierdas.

Encolerizados, los otros obreros se toparon con 8 derechistas y se liaron a palos. El médico de Píñar D. José Hidalgo

Cobos resultó muerto y su hermano António herido grave.

Las elecciones se retrasaron en Albuñán por ese motivo, aunque triunfó la izquierda republicana.

La cosa no quedó ahí y los ultras vengaron a su líder local matando al secretario municipal José Cuerva Molero a tiros.

En 1936 seguían las rencillas y al tomar los milicianos Albuñán, ejecutaron a otro galeno huido de Guadix a la altura

de la acequia que pasaba donde hoy están las escuelas. Su cadáver quedó allí tendido 3 días y nadie quiso tocarlo. Su

nombre era Teodoro Montalván Sierra de 50 años.

El Defensor de Granada y otros periódicos publicaron su temor de que Albuñán se convirtiese en un cementerio ideológico

y las autoridades vigilaron a sus habitantes.

Tras la Guerra Civil los "Mantequeros" y otras familias adineradas retomaron el poder.

Los albuñaneros siempre han sido peleones y quizás por eso hasta se llaman "Guerreros" otra familia de aquí.

La República hizo la escuela de Albuñán e intentó una fallida reforma agraria.

Desde marzo de 1939, los nacionales retoman Albuñán y hay una dura represión contra los izquierdistas y contra

los depuestos alcaldes y concejales socialistas y comunistas.

El federalismo republicano fracasa y llegó el gobierno de Lerroux y otros.