LA GRANJUELA: La identidad de un pueblo, llámese La Granjuela, no...

La identidad de un pueblo, llámese La Granjuela, no se puede definir como esencia, sino como proceso, algo que está siempre en construcción, hay que considerar la identidad como una asimilación de valores y pautas de acción que adoptan las personas y que los asumen como propios, por consiguiente es un sistema abierto y dinámico expuesto al juego de tensiones y conflictos, de intereses y expectativas que determinan la personalidad colectiva. Las personas siguen asumiendo su pertenencia a una comunidad determinada aunque esta haya cambiado totalmente. Para la conservación sin nostalgia de un pasado mejor, de una serie de aspectos que habían servido de señas de identidad y como resultado de procesos históricos labrados durante siglos. Aquí es donde la comunidad debe plantearse como definir su identidad y hasta donde aceptar los cambios, creo que la identidad de un pueblo es muchos más que casa pintadas de blancos o calle adoquinadas, la identidad de un pueblo es su gente, sus valores, su sentido de solidaridad, compromiso y justicia social.
En un mundo cada vez más globalizado donde internet y la forma de interactuar a través de las redes sociales han abierto el campo del conocimiento y ha permitido conocer nuevas culturas que sin duda han enriquecido tanto socialmente como culturalmente la sociedad, es de vital importancia no dejar de lado nuestra verdadera esencia, nuestro sentido de ser, nuestro origen, nuestra historia, nuestro sentido de pertenencia y con ello nuestros valores y trabajar desde los colectivos y entidades locales en proteger y mantener la esencia de fiestas y actividades culturales como identidad local del municipio.
La pérdida de identidad de un pueblo incide directamente con la falta de arraigo y por tanto con el abandono de los pueblos. Pueblos donde nacimos y crecimos y donde compartimos los primeros años de vida donde la familia, los amigos y el tiempo de ocio fueron clave fundamental en lo que somos como personas. Valores y modos de conducta que se conformaron en esos primeros años de vida y que nos acompañarán a lo largo de nuestra vida, vivamos donde vivamos.