Parte de atrás de la puerta Matrera, ARCOS DE LA FRONTERA

Con la llegada de los cristianos en el siglo XIII comenzaron la construcción de los conventos e iglesias y más de un palacio, pero con el terremoto de Lisboa de 1755, que afecto a esta parte de España, varias iglesias se derrumbaron y muchos de sus habitantes se tuvieron que trasladar creando la parte “nueva” de la ciudad. Hoy en día el “olor” a antiguo, de historia y de recuerdos empapa la ciudad. La ciudad ha cambiado, y aunque esté llena de restaurantes y de tiendas para turistas, todavía es posible de encontrar la soledad en esas estrechas calles que encogen el alma de cualquiera que las visita.
(26 de Abril de 2022)