OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

SANTA MARIA DE NIEVA: Estimado José María...

Estimado José María
esta vez soy yo quien pide disculpas, no era mi intención perturbar su sueño, ni su tranquilidad, ni menos aún, hacerlo sufrir.
Ocurre que a veces, el clima humano, "familiar" e intimista de los comentarios me invitó a participar, a confiar... y a decir, quizás más de lo conveniente en estos espacios. En esto tiene ud. razón.
No sabe cuánto le agradezco sus palabras bien intencionadas. No obstante, mis confidencias no eran para internet, si no para Jesús... José María... Javier... Mary... Isabel, etc., etc. Hombres y mujeres de carne y hueso con una raíz y una cultura común que nos emparenta: refranes, valores, colores, aromas y sabores que acunaron nuestra infancia.
Es cierto también, que los tiempos han cambiado y, como ud. dice, todo es más vertiginoso y más superficial. Por otra parte, reconozco que cierta ingenuidad y exceso de sentimentalismo me habitan y, a veces, me hacen malas jugadas.
Ni ud., ni nadie tiene la culpa de "mis desilusiones", son solo efecto de excesivas ilusiones imposibles de hacerse realidad. Una vez más le doy la razón cuando dice: "se espera mucho de los que estamos acá"...
Hace dos años estuve por esas tierras, no virtual, si no realmente, buscando huellas,-la iglesia estaba cerrada por refacciones- ud. me hizo dar cuenta que sí, que es verdad algo de eso hay en mí, algo de profunda melancolía por aquello perdido -también de mucha alegría por lo otro encontrado- "empiezo por una lágrima y termino con un lloro". Eso mismo me pasó cuando anduve por las callejuelas empedradas de ese bendito pueblo de Santa María de Nieva. Si supiera elevar fotos al foro, enviaría algunas de las que saqué por allí. Me gusta mucho también mirar y repasar las fotos que envían uds. los colaboradores.
Bueno, creo que nuevamente estoy hablando demasiado...
No disculpo, porque no hay nada que disculpar hombre!
Un abrazo
Nancy
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Estimada señora yo solo queria que ud. siguiera con nosotros, no queria ni quiero que nos abandone, tal vez en su proxima visita las cosas pueden ser diferentes.
un abrazo, José Mª