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RODALQUILAR: Hola Mª José: aunque con mucho retraso, te doy la bienvenida...

Hola a todos! Soy Mª José Martinez, hija de Juan Martínez e Inocencia Palenzuela. Gracias a mi amiga Maria Sánchez me enteré de este foro y creo que necesito muchas horas para poder leer todo lo que hay escrito, que por lo que he visto es para mí de gran interés. En otro momento ya iré poniendo fotos y hablando de nuestro bonito pueblo. Un saludo a todos.

Hola Mª José: aunque con mucho retraso, te doy la bienvenida a esta tu casa y que es “nuestro pequeño Rodalquilar”.
A pesar de los años transcurridos, me acuerdo muy bien de aquella niña con la que jugaba junto a otros niñ@s en aquellas calles o en el patio de mi casa. Su nombre, Mª José Martínez Palenzuela. El verano pasado pude ver y saludar a tu querida madre y a tu hermana chencha con la que también jugué junto a ti, cuando éramos niñ@s. Espero que podamos encontrarnos en nuestro pueblo y tener la alegría de poder saludarnos después de tantísimos años sin vernos.
Recuerdo, lo bien que se llevaban nuestras familias y contaré una pequeña anécdota de la que a pesar de los años transcurridos y de tener yo en aquellos momentos seis o siete años, nunca me he olvidado. Fue en el verano del 58. Aquella tarde acompañé a mi madre a casa de tu abuela, se sentaron ambas junto a tu madre y a tu tía María en el patio a la puerta de la “cocinilla”. Tu abuela encendió el “infernillo” de gas-oíl y se puso a freír berenjenas; a medida que las freía y las ponía en una pequeña fuente, los ojos de un niño de seis o siete años se fijaban en aquellas berenjenas. Tu abuela, la “tía María Palenzuela” que Dios la tenga en la gloria, vio el deseo en los ojos de aquel pequeño y cogiendo una rodancha de aquella berenjena frita se la dio a aquel niño, diciéndole. Toma Ramoncillo, no se te valla (a saltar la hiel). Frase muy común en aquella época. Estoy escribiendo y parece que la estoy viendo ofreciéndome la berenjena a la vez que recuerdo aquel agradable olor a berenjena frita.
Quizás la anécdota para los lectores no tenga mucho valor, pero os puedo asegurar que para (aquel niño) si tiene mucho valor y prueba de ello es, que después de pasados 53 años, yo, Ramoncillo, aun me acuerdo a menudo y con cariño, de la acción de aquella buena mujer.
Amiga Mª José. Besitos para ti y para toda tu familia, de tu amigo Ramón y de parte de mis herman@s Josefa y Manuel.