Foro de Huércal-Overa.-Publicado por administrador_ho, el 11 de Abril de 2012 a las 00:53
La manía de revocarlo todo
ALEJANDRO ZABALETA El teatro municipal de la localidad almeriense de Huércal Overa ya no llevará el nombre de Rafael Alberti. Ese ayuntamiento, gobernado por el PP, concluyó que el autor de Sobre los ángeles "no vende". Además, no cree que "el sentir popular esté situado a favor de ese artista", por lo que suprime su nombre del coliseo.
Creo que aquí no se pone tanto en juicio la poesía como la ideología. Alberti fue, dentro y fuera de España, un significado y activo comunista. Una larguísima trayectoria poética tiene siempre altibajos, y su cotización dentro de ese Ibex lírico que es la Generación del 27 puede que no sea ahora la más alta. Pero de ahí a negarle el pan, la sal y los teatros va un trecho.
Esta es una vieja contienda. Dicen que Borges no recibió nunca el premio Nobel porque saludó con albricias a la dictadura argentina y recibió un doctorado honoris causa de una universidad chilena en época de Pinochet.
Alberti volvió tras el franquismo y se integró, desde su ideología, en el parlamentarismo democrático. Hasta Aznar, cuando se las daba de azañista, lo visitó y elogió. En España somos amigos de revocar todo lo que se hizo antes, pero que Alberti no merezca un teatro parece excesivo
Fuente: www. laprovincia. es
La manía de revocarlo todo
ALEJANDRO ZABALETA El teatro municipal de la localidad almeriense de Huércal Overa ya no llevará el nombre de Rafael Alberti. Ese ayuntamiento, gobernado por el PP, concluyó que el autor de Sobre los ángeles "no vende". Además, no cree que "el sentir popular esté situado a favor de ese artista", por lo que suprime su nombre del coliseo.
Creo que aquí no se pone tanto en juicio la poesía como la ideología. Alberti fue, dentro y fuera de España, un significado y activo comunista. Una larguísima trayectoria poética tiene siempre altibajos, y su cotización dentro de ese Ibex lírico que es la Generación del 27 puede que no sea ahora la más alta. Pero de ahí a negarle el pan, la sal y los teatros va un trecho.
Esta es una vieja contienda. Dicen que Borges no recibió nunca el premio Nobel porque saludó con albricias a la dictadura argentina y recibió un doctorado honoris causa de una universidad chilena en época de Pinochet.
Alberti volvió tras el franquismo y se integró, desde su ideología, en el parlamentarismo democrático. Hasta Aznar, cuando se las daba de azañista, lo visitó y elogió. En España somos amigos de revocar todo lo que se hizo antes, pero que Alberti no merezca un teatro parece excesivo
Fuente: www. laprovincia. es
