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Mensajes de OROPESA DEL MAR (Castellón) enviados por Mariangels:

jajaaj a mi todo lo contrario me gustan, eso si en mi pueblo tenia mucho cuidado, ya que, alli si era peligroso, aqui en las grandes ciudades es mas cificil que caiga un rayo, pero a mi no me da miedo, jajja
Feliz noche
Un besoooooooooooo
Victoria, tu estarás acostumbrada a las tormentas en Barcelona. A mi también me dan mucho miedo y he visto tornados en el mar, son impresionantes y suelen aparecer en septienbre cuanfo el agua del mar está más caliente.
El amor es como una guerra, fácil de iniciar, difícil de terminar, imposible de olvidar.
El amor nunca muere de hambre; con frecuencia de indigestión.
El amor hace pasar el tiempo; el tiempo hace pasar el amor
El amor es una gran pregunta cuyos signos de interrogación son los besos.
Oh, falso amor, pocas veces das placer y muchas dolor!..
En el mar, como en el amor, suele ser mejor seguir una corazonada que obedecer a una biblioteca..
El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia.
El amor... esa estrella de una sombra infinita aunque muera cien veces... cien veces resucita.
No sabe qué es amor quien no te ama, no sabe qué es amor quien no te mira..
El amor es como la fiebre: brota y aumenta contra nuestra voluntad.
El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor.
El amor es un deseo irresistible de ser deseado irrestiblemente.
En la guerra, como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproximarse.
Es dífícil saber en qué momento exacto comienza el amor; menos díficil es saber que ha comenzado..
Cuando encontramos el amor encontramos también la razón y el sentido de la vida toda.
Amor por nuestra voluntad se toma, mas no por voluntad nuestra se deja.
¿Cómo entra la luz en una persona? si la puerta del amor está abierta.
Si es verdad que el amor con el tiempo muere, hare que el tiempo espere.
La mayor declaración de amor es la que no se hace; aquél que siente mucho, habla poco.
Os dejo, llega la hora de la cena y quiero salir esta noche a tomar un heladito en las terrazas de Alcalá, un abrazo para todos.
Un abrazo desde esta preciosa foto, ya me dirás de donde es, es preciosa.
aSI ES, por seo quiero deciros buenas noches, que este aparato se calienta, y me da rabia, se corte, besitosssssssssssss
Bueno bueno, Berta a todas nos pasa lo mismo, será cuestión de proponérnoslo el cambiar de cacharro. Un abrazo y diviértete, ya habrá acabado la romería.
A ver si es verdad que bajan las temperaturas, amenaza tormenta pero no acaba de formarse. Bonito soneto, un clásico Victoria aunque hay que leerlos varias veces estos antiguos es lo que tienen. Un abrazo y feliz noche.
Bonita "leyenda" y esta no fuera tantas veces realidad. Si rantos y tantos niños, no nacieran de cualquier manera y muriera desnutridos, sy sin habre aprendido tan siquiera a sonreír. ¿De quienes la culpa? te lo aclaran sobradamente moticias que se dan todos los días.! Ah la condición humana!
Saludos.
Hola Libertad, esta antigua leyenda se puede quedar solamente en una leyenda pero yo quiero ver similitudes con el mundo actual en el que vivimos, vivimos en estos momentos una época de vacas flaquísimas, ya vivimos los grandes momentos de lujo y despilfarros, el pelotazo, el ladrillazo, esos bancos dando dinero sin pedir cuentas a nadie y ahora sufrimos las consecuencias, solo un detalle, aquí nadie va a arrepentirse ni a pedir perdón por habernos gobernado tan desastrosamente. (Mariangels).
Volveré y os saludaré, hace mucho calor y una siesta no viene mal.
Cuando Urpila despertó, creyó morir, tal era su decepción. El aspecto de la tierra en nada había variado y la visión había desaparecido.
Se convenció de que su sueño había sido sólo eso: un sueño. Pero, recapacitando, volvieron a su mente las palabras de la Pachamama y recordó al "Arbol".
Levantó entonces sus ojos hacia las ramas que parecían secas, y tal como la diosa lo anunciara, las vainas doradas se ofrecían a su desesperación como una esperanza de vida.
Cambió en un instante su estado ... (ver texto completo)
El pueblo volvió a la vida y veneró desde entonces al "Arbol Sagrado" que fue su salvación y que ha partir de ese día les brinda pan y bebida que ellos reciben como un don.
Ese árbol venerado es el algarrobo, que tiene la virtud, además de las nombradas, de ser, en tiempos grandes sequías, el único alimento de los animales.
Leyenda recopilada por Leonor Lorda Perellón.
No te desesperes, mujer. El castigo ha dado sus frutos y el pueblo, arrepentido como tú misma de su ocio y desenfreno, retornará a su existencia anterior, que es la justa, la verdadera. La vida renacerá sobre la tierra que volverá a brindar sus frutos y su belleza.
Cuando despiertes, y antes de irte, abre tus brazos y recibe las vainas que ha de regalarte este "Arbol", desde hoy sabrás. Que las coman tus hijos y los hijos de otras madres, que con ellas calmarán su hambre y apagarán su sed. Tu humildad ... (ver texto completo)
Cuando Urpila despertó, creyó morir, tal era su decepción. El aspecto de la tierra en nada había variado y la visión había desaparecido.
Se convenció de que su sueño había sido sólo eso: un sueño. Pero, recapacitando, volvieron a su mente las palabras de la Pachamama y recordó al "Arbol".
Levantó entonces sus ojos hacia las ramas que parecían secas, y tal como la diosa lo anunciara, las vainas doradas se ofrecían a su desesperación como una esperanza de vida.
Cambió en un instante su estado ... (ver texto completo)
Llegó a la apacheta y, casi sin fuerzas, comenzó a implorar:
Pachamama,
Madre Tierra,
Kusiya... Kusiya...
Lloró y se desesperó ante el altar de la diosa, prometiendo enmienda y sacrificios.
Extenuada, sin fuerzas para continuar, se sentó en el suelo, apoyando su cuerpo cansado en el tronco de un árbol que crecía a pocos pasos y cuyas ramas secas parecían retorcerse en el espacio.
Tan grande era su fatiga, tanta su debilidad, que, vencida, bajó la cabeza y no tardó en quedarse profundamente ... (ver texto completo)
No te desesperes, mujer. El castigo ha dado sus frutos y el pueblo, arrepentido como tú misma de su ocio y desenfreno, retornará a su existencia anterior, que es la justa, la verdadera. La vida renacerá sobre la tierra que volverá a brindar sus frutos y su belleza.
Cuando despiertes, y antes de irte, abre tus brazos y recibe las vainas que ha de regalarte este "Arbol", desde hoy sabrás. Que las coman tus hijos y los hijos de otras madres, que con ellas calmarán su hambre y apagarán su sed. Tu humildad ... (ver texto completo)
Los niños, pobres víctimas inocentes de los pecados y de la disipación de los mayores, débiles, flacos, con los rostros macilentos, los ojos grandes y desorbitados, verdaderos exponentes de miseria y de dolor, sólo abrían sus bocas resecas para pedir algo que comer. Los más débiles morían sin que nadie pudiera hacer algo por ellos.
El sol caía a plomo. De una de las casas de piedra que se hallaban en los alrededores de la población, una mujer salió, corriendo desesperada.
Era Urpila que, enloquecida ... (ver texto completo)
Llegó a la apacheta y, casi sin fuerzas, comenzó a implorar:
Pachamama,
Madre Tierra,
Kusiya... Kusiya...
Lloró y se desesperó ante el altar de la diosa, prometiendo enmienda y sacrificios.
Extenuada, sin fuerzas para continuar, se sentó en el suelo, apoyando su cuerpo cansado en el tronco de un árbol que crecía a pocos pasos y cuyas ramas secas parecían retorcerse en el espacio.
Tan grande era su fatiga, tanta su debilidad, que, vencida, bajó la cabeza y no tardó en quedarse profundamente ... (ver texto completo)
Recapacitaron entonces los quichuas, decidiendo volver a trabajar los campos y a sembrarlos.
Pero el castigo de Inti no había terminado y la tierra, cada vez más reseca y dura, no se dejaba clavar los útiles con que pretendían labrarla, y así era imposible poner la semilla. La desolación y la miseria fueron soberanas de ese pueblo que, en un instante, olvidó las leyes de sus dioses y sus obligaciones con la vida.
Los animales, flacos, sin fuerzas, morían en cantidad y parecía mentira que esos ... (ver texto completo)
Los niños, pobres víctimas inocentes de los pecados y de la disipación de los mayores, débiles, flacos, con los rostros macilentos, los ojos grandes y desorbitados, verdaderos exponentes de miseria y de dolor, sólo abrían sus bocas resecas para pedir algo que comer. Los más débiles morían sin que nadie pudiera hacer algo por ellos.
El sol caía a plomo. De una de las casas de piedra que se hallaban en los alrededores de la población, una mujer salió, corriendo desesperada.
Era Urpila que, enloquecida ... (ver texto completo)
Con el calor de sus rayos, que envió a la tierra como dardos de fuego, secó los ríos y lagunas, los lagos y vertientes y, como consecuencia, la tierra se endureció, las plantas perdieron sus hojas verdes y sus flores, los tallos se doblaron y los troncos y las ramas de los árboles, resecos y polvorientos, parecían brazos retorcidos y sin vida.
En los géneros aún quedaban alimentos, y en los cántaros, chicha. ¿Qué importancia tenía, entonces, para esas gentes, que las plantas se secaran y que el ... (ver texto completo)
Recapacitaron entonces los quichuas, decidiendo volver a trabajar los campos y a sembrarlos.
Pero el castigo de Inti no había terminado y la tierra, cada vez más reseca y dura, no se dejaba clavar los útiles con que pretendían labrarla, y así era imposible poner la semilla. La desolación y la miseria fueron soberanas de ese pueblo que, en un instante, olvidó las leyes de sus dioses y sus obligaciones con la vida.
Los animales, flacos, sin fuerzas, morían en cantidad y parecía mentira que esos ... (ver texto completo)
Fue una época sin precedentes.
El vicio dominaba a hombres y mujeres. Ellos, en su inconsciencia, sólo pensaban en entregarse a los placeres bebiendo de continuo y con exceso, comiendo en la misma forma y danzando durante todo el tiempo que no dedicaban al sueño o al descanso.
Los depósitos repletos proveían del alimento necesario y nadie pensó que esa fuente, que les proporcionaba granos y frutos en abundancia, se agotaría alguna vez.
El desenfreno continuaba y nada había que llamara a ese ... (ver texto completo)
Con el calor de sus rayos, que envió a la tierra como dardos de fuego, secó los ríos y lagunas, los lagos y vertientes y, como consecuencia, la tierra se endureció, las plantas perdieron sus hojas verdes y sus flores, los tallos se doblaron y los troncos y las ramas de los árboles, resecos y polvorientos, parecían brazos retorcidos y sin vida.
En los géneros aún quedaban alimentos, y en los cántaros, chicha. ¿Qué importancia tenía, entonces, para esas gentes, que las plantas se secaran y que el ... (ver texto completo)
Pero llegó un tiempo de gran abundancia en que los campos sembrados de maíz eran vergeles maravillosos que daban copiosa cosecha, la tierra se prodigaba con exuberancia y la ociosidad fue apoderándose de ese pueblo laborioso que, olvidando sus obligaciones, abandonó poco a poco el trabajo para dedicarse a la holganza, al vicio y a la orgía.
Se desperdiciaba el alimento que tan poco costaba conseguir, y con las espigas de maíz, que las plantas entregaban sin tasa, fabricaban chicha con la que llenaban ... (ver texto completo)
Fue una época sin precedentes.
El vicio dominaba a hombres y mujeres. Ellos, en su inconsciencia, sólo pensaban en entregarse a los placeres bebiendo de continuo y con exceso, comiendo en la misma forma y danzando durante todo el tiempo que no dedicaban al sueño o al descanso.
Los depósitos repletos proveían del alimento necesario y nadie pensó que esa fuente, que les proporcionaba granos y frutos en abundancia, se agotaría alguna vez.
El desenfreno continuaba y nada había que llamara a ese ... (ver texto completo)
Levantaban en su honor altares o monumentos a lo largo de los caminos.
Los llamaban apachetas y consistían en una cantidad de piedras amontonadas unas encima de las otras, formando un pequeño montículo.
Allí se detenía el indio a orar, a encomendarse a la Pachamama, cuando pasaba por el camino al alejarse del lugar por tiempo indeterminado o simplemente cuando se dirigía al valle llevando sus animales a pastar.
Para ponerse bajo la protección de la Pachamama, depositaba en la apacheta, coca, ... (ver texto completo)
Pero llegó un tiempo de gran abundancia en que los campos sembrados de maíz eran vergeles maravillosos que daban copiosa cosecha, la tierra se prodigaba con exuberancia y la ociosidad fue apoderándose de ese pueblo laborioso que, olvidando sus obligaciones, abandonó poco a poco el trabajo para dedicarse a la holganza, al vicio y a la orgía.
Se desperdiciaba el alimento que tan poco costaba conseguir, y con las espigas de maíz, que las plantas entregaban sin tasa, fabricaban chicha con la que llenaban ... (ver texto completo)
Era en tiempos de los Incas.
Los quichuas adoraban con las principales honras a Viracocha, señor supremo del reino. También adoraban a Inti, a las estrellas, al trueno y a la tierra.
Conocían a esta última con el nombre de Pachamama, que es como decir "Madre Tierra" y a ella acudían para pedir abundantes cosechas, la feliz realización de una empresa, caza numerosa, protección para las enfermedades, para el granizo, para el viento helado, la niebla y para todo lo que podía ser causa de desgracia ... (ver texto completo)
Levantaban en su honor altares o monumentos a lo largo de los caminos.
Los llamaban apachetas y consistían en una cantidad de piedras amontonadas unas encima de las otras, formando un pequeño montículo.
Allí se detenía el indio a orar, a encomendarse a la Pachamama, cuando pasaba por el camino al alejarse del lugar por tiempo indeterminado o simplemente cuando se dirigía al valle llevando sus animales a pastar.
Para ponerse bajo la protección de la Pachamama, depositaba en la apacheta, coca, ... (ver texto completo)
Era en tiempos de los Incas.
Los quichuas adoraban con las principales honras a Viracocha, señor supremo del reino. También adoraban a Inti, a las estrellas, al trueno y a la tierra.
Conocían a esta última con el nombre de Pachamama, que es como decir "Madre Tierra" y a ella acudían para pedir abundantes cosechas, la feliz realización de una empresa, caza numerosa, protección para las enfermedades, para el granizo, para el viento helado, la niebla y para todo lo que podía ser causa de desgracia ... (ver texto completo)
El algarrobo es un árbol con fuerte presencia en Argentina. El ejemplar que aparece en la fotografía de arriba posee más de cinco siglos y se encuentra en la localidad de Purmamarca, en la Quebrada de Humahuaca, en la provincia argentina de Jujuy. Bajo sus ramas, en el siglo XVl, el cacique Viltipoco y otros jefes se conjuraron para resistir al español, conformando un ejército de 10000 guerreros. Una de las estrategias urdidas por el cacique fue simular una conversión al cristianismo para acercarse ... (ver texto completo)
Se usan los frutos: pulpa seca y semillas. Se recolecta cuando los frutos llegan a la madurez. La pulpa se puede tomar en cocimiento con agua, leche, o en las papillas.
La semilla era utilizada como unidad de medida por la supuesta uniformidad de masa que tenían entre ellas. De su nombre griego, keration, viene el nombre de la unidad de masa quilate, que es utilizada ampliamente en joyería.
Con el fruto, la algarroba, es posible preparar un sucedáneo del chocolate llamado carob, muy utilizado en alimentos dietéticos. Hojas tiernas y frutos constituyen un buen alimento para el ganado. Como efecto del pastoreo de cabras y ovejas, las hojas y ramas más bajas son las que primero se consumen, dejando para el año siguiente la misma ubicación de las hojas más recientes. Se trata de una especie de causa - efecto retroactivos entre sí.

El uso de la madera de algarrobo varía según las especies ... (ver texto completo)
Las semillas, de tamaño y peso notoriamente uniformes, fueron el patrón original del quilate, la unidad de peso utilizada en joyería. El algarrobo es originario de la región mediterránea pero se cultiva también en otras zonas cálidas. Es un árbol que no necesita mucha agua para crecer ni para vivir normalmente.
EL ALGARROBO

(Ceratonia Siliqua L.)

DESCRIPCION

El Algarrobo pertenece a la familia de las Cesalpiniaceas.

En cuanto al genero es Ceratonia y la especie Ceratonia Siliqua.
... (ver texto completo)
Victoria, Noemí, Libertad: GRACIAS y buen fin de semana
Esperaba por si regresaban
tiempos de hermosas amapolas,
una tarde en silencios de espinas.

Esperaba que mi huerto arrullaras
con el canto de tu risa
musical, mi soledad acongojada.

te esperaba entre hojas
caidas. un otoño gris y mojado: ... (ver texto completo)
Maldita niebla, LIBERTAD.
"El mundo igual de malo que entonces..." Mientras lo leía, recordaba, como de niño aprendía a leer, y a la luz del candíl deleitaba a mi abuela con la gran obra de "Los Miserables" Ese es el mundo al que te enfrentarás: decía aquella mujer entre otras sabias cosas, como que descubriera la bondad, pero sin hacer pensar a los demas, que era un imbecil. Como el destino me reservó duros paseos por él y en solitario, madre y abuela y sus consejos, causaron mella.
Días pasados escribí (creo lo puse en ... (ver texto completo)
Pero es peor la soledad en compañía, la soledad aceptada es otra opción. Cuando voy por las calles y me encuentro de frente con la gente me pregunto si sufre de soledad y me gustaría que la soledad no fuera una enfermedad incurable. SALUDOS Libertad.
Victoria, feliz fin de semana, como pasan los días.
¡Qué bonito, besos!
SORBETE DE MANDARINA CON GRANADA

Ingredientes para 6 personas:

1 k de gajos de mandarinas congeladas (1 k y 1/2 de mandarinas peladas)
250 g de azúcar o su equivalencia en sacarina
2 limones pelados
sin nada de parte blanca ni pepitas
100 g de agua
50 g de licor limoncello (u otro licor a tu gusto, es opcional, puedes hacerlo sin licor) ... (ver texto completo)
Preparación

1. Con batidora:
Pelar las mandarinas, separar los gajos y colocar en una bandeja. Tápalas con film y congélalos. Después pásalos a una bolsa de plástico y guárdalos en el congelador. Pon en la batidora, el limón, los gajos de mandarina, el limoncello, el azúcar y el agua y bate con fuerza. Cuando lo tengas listo, agrega unos gajitos de granada y ya está lista para tomar.
2. Con thermomix:

- Pelar las mandarinas, separar los gajos y colocar en una bandeja. Tápala con film transparente ... (ver texto completo)
SORBETE DE MANDARINA CON GRANADA

Ingredientes para 6 personas:

1 k de gajos de mandarinas congeladas (1 k y 1/2 de mandarinas peladas)
250 g de azúcar o su equivalencia en sacarina
2 limones pelados
sin nada de parte blanca ni pepitas
100 g de agua
50 g de licor limoncello (u otro licor a tu gusto, es opcional, puedes hacerlo sin licor) ... (ver texto completo)