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Mensajes de VILLANUEVA DE PUERTA (Burgos) enviados por Burgalés:

Bonito "árbol de navidad": sus bolas rojas son inconfundibles.
Roble: noble árbol que tanto abunda por este territorio.
Hoy no porque está lloviendo.
Ciruelos en fila.
Estamos a la espera de la cosecha de este año.
Amarillo, verde y blanco: mezcla de colores por capricho de la naturaleza.
Por encima de la tapia... los higos se ven.
Bonito trenzado natural.
Hasta el fin de semana próximo estará vacío.
Qué piedras tan bien trabajadas y colocadas.
Este sauce llorón ya ha dejado de dar sombra a la fuente.
Contraventana cerrada.
Esperando a su dueño...
Ni el óxido puede con ella.
Parece inmortal.
La naturaleza reconquista lo que en su día fue suyo.
Adiós a la bolera.
¡Qué bien se está a cubierto cuando caen las fuertes heladas y escarchas!
El paso del tiempo deja su huella en las fachadas de los edificios.
¡Cuántas cabezas de ganado hubo en este pueblo en el pasado!
Chimeneas alineadas en lo alto de los tejados.
La hierba cubre todo lo que no está dominando por el cemento o el asfalto.
El óxido también sabe hacer bien su trabajo.
Seco, seco, seco. Un río sin vida.
¿A quién atamos aquí?
La vida es dura para casi... todos.
Y... ¡que duren!
Este sauce llorón frondoso dio mucha guerra a la tubería del agua y lo enviaron a "mejor vida."
Resistente puente para un río casi sin agua.
La "rem" término popular para referirse a esta finca rústica plagada de árboles frutales.
En su día se recogieron las juntas de las piedras en plan artesanal por un vecino del pueblo.
El cauce se seca al llegar a la calle o como mucho, un chorrito de agua se filtra por la reja de la alcantarilla.
Jardín de la plza mayor del pueblo.
Y... ¡qué ciruelas!
Ciruelas para todo el pueblo.
Bonito contrate entre la dureza de la roca y la fragilidad de la flor.
Torre siempre vigilante viendo pasar el tiempo.
Donde hay agua, hay vida.
Cauce casi seca en verano.
Sólo espero que coloreen los tomates.
Buena sombra nos cobija.
Callejeando por el pueblo; sólo la sombra nos acompaña.
Frutos para todo el pueblo y... ¡sobran!
Y... ¡qué huerta! la del vecino.
Imagen de película casi de terror.
Pozo reforzado con rocas en su interior para evitar su hundimiento.
Una obra de ingeniería local.
Un alto en el camino y un trago de agua para saciar la sed.
Agua y vida cuando no había red pública de suministro.
La decadencia se refleja en esta vieja puerta a falta de una mano de pintura.
¡Qué verde era mi valle!
La naturaleza recupera todo lo que fue suyo.
Banco rústico y ecológico.
Y va de bancos.
En cada esquina casi nos encontramos con uno.