Se cuenta que hace ya muchos años –fecha desconocida- estaba un cabrerillo guardando sus cabras en la sierra cuando empezó a llover. El muchacho entonces se refugió en una pequeña cueva que tenía cerca y, al entrar, halló una Cruz. La cogió y asustado se dirigió a la casa parroquial y se la entregó al cura para que la llevara a la Iglesia.
El cura la colocó en el altar mayor y, cual no sería su sorpresa, que al día siguiente, cuando fue a decir la misa, ya no se encontraba la Cruz donde la dejó ... (ver texto completo)
El cura la colocó en el altar mayor y, cual no sería su sorpresa, que al día siguiente, cuando fue a decir la misa, ya no se encontraba la Cruz donde la dejó ... (ver texto completo)