No hay hombre de nación alguna que, habiendo tomado a la naturaleza por guía, no pueda llegar a la verdad.

Para llegar a la verdad, el alemán suma, el francés resta, y el inglés cambia de tema.

Nadie puede apartarse de la verdad sin dañarse a sí mismo.

La verdad puede ocultarse, pero no extinguirse.

Los niños y los locos dicen las verdades.

Verdad es lo que la mayoría ve como verdad, pero la mayoría también puede cambiar de opinión a lo largo de la historia.

Aunque sólo existiera una verdad única, no se podrían pintar cien cuadros sobre el mismo tema.

No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa.

El fin de la religión, de la moral, de la política, del arte, no viene siendo desde hace cuarenta siglos más que ocultar la verdad a ojos de los necios.

La verdad se parece mucho a la falta de imaginación.

No es en los hombres, sino en las cosas mismas, donde es preciso buscar la verdad.

El hombre es el ser que necesita absolutamente de la verdad y, al revés, la verdad es lo único que esencialmente necesita el hombre, su única necesidad incondicional.

Hay una cosa más terrible que la calumnia: La verdad.

Leyendo una biografía, recordad que la verdad no se presta nunca a una publicación.

La verdad es una ortiga; el que la roza, apenas se pincha; al que la coge con fuerza y resolución no le hace nada.

Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado.

Las verdades elementales caben en el ala de un colibrí.

Para poder enseñar a todos los hombres a decir la verdad, es preciso que aprendan a oírla.

Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.

La verdad jamás daña a una causa que es justa

He comprendido que hay dos verdades, una de las cuales jamás debe ser dicha

Solo la verdad os hará libres.

El hombre que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras

Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante.

La verdad al cien por ciento es tan rara como el alcohol al cien por ciento.

Si buscas la verdad, podrás encontrar confort al final; si buscas confort, no encontrarás ni verdad ni confort.

La verdad puede más que la razón.

La verdad en un tiempo es error en otro.

La verdad es más importante que los hechos.

La verdad, sino es entera, se convierte en aliada de lo falso.

La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda.

En la escala de lo cósmico sólo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero.

La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia con enemigos exteriores

Es evidente que existe la verdad. Porque el que niega que existe la verdad, conoce que la verdad existe. Si, pues, no existe la verdad, es verdad que la verdad no existe.

¿Dijiste media verdad? Dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad.

Las verdades de los hombres tienen que ser como piedras y los cargos que ejercen, como cántaros: pase lo que pase debe romperse el cántaro.

Es tan difícil decir la verdad como ocultarla.

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.

La verdad tiene dos sabores: uno dulce, para el que la dice, y otro amargo, para el que la oye.

Quien dice la verdad, ni peca ni miente.

En vez de amor, dinero o fama, dame la verdad.

La manera como se presentan las cosas no es la manera como son; y si las cosas fueran como se presentan la ciencia entera sobraría

Tu verdad no; la verdad
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.

Lo mejor es decir siempre la verdad, a no ser que seas un estupendo mentiroso.

Intento comprender la verdad, aunque esto comprometa mi ideología

No se accede a la verdad sino a través del amor.

La verdad existe. Sólo se inventa la mentira.

Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse tendrá que pasar al ataque.

La libertad de buscar y decir la verdad es un elemento esencial de la comunicación humana, no sólo en relación con los hechos y la información, sino también y especialmente sobre la naturaleza y destino de la persona humana, respecto a la sociedad y el bien común, respecto a nuestra relación con Dios.

Si dices la verdad, no tendrás que acordarte de nada