Las esterqueiras,
o esterqueras,
antes eran
depósitos de mierdas
amontonadas o no
pero expuestas al sol,
para que sus gases
al entrar en ebullición
transformara la materia,
y luego de la combustión
y esparcidas por los campos
en las cosechas provocaran,
su efecto benefactor.

Labra profundo,
echa basura
y cágate en los libros
de agricultura.

Decía, esta redondilla
escrita que había
en letras doradas,
góticas simuladas,
en aquella cerámica
que colgaba
insolente y descarada
tras la barra de un bar
de mi Carcundia natal.

Ya no cuadra,
porque los detritos
hoy, se alojan
para fermentar
tras el reluciente cristal
de cualquier entidad;
bancaria,
o de los del despacho climatizado
de don fulano de tal,
y tal....,
…. o fulana,
que para el caso es igual.

Esterquera,
es una palabra lusa
que usamos los de la Raya
cuando era el inodoro
un lujo, para ir a cagar
…. y mear;
al alcance sólo
de los hijos del marajá,
.... del lugar.

Pero es que existe la caca,
ha existido y existirá
y esté o no depurada;
aunque sea perfumada
y aunque sus efluvios
no hieran las pituitarias
de nuestro apéndice nasal
…. ya incapaz,
por adaptación no natural
a soportar un hedor
que en vez de benefactor,
si algo produce,
son nauseas.

Y que te quede bien claro
moza recia,
en tu cerebro preclaro
recia moza,
que este es tsunami que arrecía,
…. y con viento huracanado.

Salud. ... (ver texto completo)

Ayer te decía mocita, que había estado por los cielos de La Raya brincando de nido de águila en nido de águila como aquél que se come unos churros calientes a las cinco de la madrugada. Esos nidos, ahora ya, sólo sirven para que desocupados aburridos como yo, recreemos la vista ante la inmensidad de unos paisajes que, entre otras cosas, nos da una idea muy aproximada de la insignificancia de nosotros mismos, vulgares bípedos con menos cerebro que un mosquito trompetero; suponiendo que estos bichitos ... (ver texto completo)