SI LA NATURALEZA HABLARA.
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¡Dios mío, tómame de la mano!, te seguiré de manera resuelta, sin mucha resistencia.
No me sustraeré a ninguna de las que caigan sobre mí en las tormentas.
Soportaré el choque con lo mejor de mis fuerzas.
Pero dame de vez en cuando, un breve instante de paz.
No me creeré, en mi inocencia, que hay paz descenderá sobre mí, es eterna.

PRECIOSA FOTO. Gente de Quintanavides (Burgos).