Imagino que conocerás las hermosas líneas que Sánchez Ferlosio dedicó a tu abuelo.
Por si no las conoces, y para los paporros que tampoco las conozcan, las escribo aquí:
"Con la primavera, bajó también por los encinares el tamborilero de La Garganta. El hilo del silbo se enredaba entre las encinas y el temblor vibraba en la tierra y despertaba a los lagartos (…) A ratos el silbo se quedaba solo y se perdía como una larga y antigua herida del viento; a ratos rompía el tambor, como un muerto que ... (ver texto completo)
Por si no las conoces, y para los paporros que tampoco las conozcan, las escribo aquí:
"Con la primavera, bajó también por los encinares el tamborilero de La Garganta. El hilo del silbo se enredaba entre las encinas y el temblor vibraba en la tierra y despertaba a los lagartos (…) A ratos el silbo se quedaba solo y se perdía como una larga y antigua herida del viento; a ratos rompía el tambor, como un muerto que ... (ver texto completo)