El pato es feliz en su
sucio charco porque no
conoce el mar.
La virtud de los padres
es una gran dote.
He cometido el peor pecado
que uno puede cometer:
no he sido feliz.
Es un dichoso infortunio
el no tener hijos.
La felicidad consiste en ser libre,
es decir, en no desear nada.
Economizad las lágrimas de vuestros hijos a fin de que puedan regar con ellas vuestra tumba.
Lo que no habéis heredado de vuestros padres, volvedlo a ganar a pulso o no será vuestro.
Un buen padre vale por cien maestros.
Una familiafeliz no es sino
un paraíso anticipado.
A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores.
La paz y la armonía
constituyen la mayor
riqueza de la familia.
La presencia disminuye la fama.
El hombre es para la
mujer un medio;
el fin siempre es el hijo.
La fama de las mujeres se regula, como la de los médicos, por las visitas que tienen.
La mano que mece la cuna
rige el mundo.
Algo debo haber hecho mal o no sería tan famoso.
La virtud de los padres
es una gran dote.
Una onza de buena fama, vale más que una libra de perlas.
Nunca se siente más seguro
un niño que cuando sus padres
se respetan.
La reputación es un espejo de aumento.
Es un dichoso infortunio
el no tener hijos.
La popularidad es la gloria en calderilla.
Economizad las lágrimas de vuestros hijos a fin de que puedan regar con ellas vuestra tumba.
Una celebridad es una persona que es conocida de muchas personas a las que se alegra de no conocer.
Un buen padre vale por cien maestros.
Seré rico si puedo guardar mi buen nombre.
La fama es la suma de los
malentendidos que se reúnen
alrededor de un hombre.
Lo único peor de la mala salud es la mala fama
La presencia disminuye la fama.
Dichoso el que no ha conocido nunca el sabor de la fama; tenerla es un purgatorio; perderla, un infierno.
Algo debo haber hecho mal o no sería tan famoso.
Un pesimista es un optimista con experiencia.
Una onza de buena fama, vale más que una libra de perlas.
El error de la juventud consiste en creer que la inteligencia compensa la falta de experiencia, en tanto que el error de la edad madura es creer que la experiencia sustituye a la inteligencia.
Más vale un abrojo de experiencia que toda una selva de advertencias.
Señal de tener gastada la fama propia es cuidar de la infamia ajena.
El error de la juventud consiste en creer que la inteligencia compensa la falta de experiencia, en tanto que el error de la edad madura es creer que la experiencia sustituye a la inteligencia.
La popularidad es la gloria en calderilla.
Cuando no se tiene dinero, siempre se piensa en él. Cuando el dinero se tiene, sólo se piensa en él.