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Mensajes enviados por Rufino Cortés Cortés:

El dolor es siempre menos fuerte que la queja.
Sin duda no hay progreso.
La corona real no quita el dolor de cabeza.
La duda lleva al examen, y el examen a la verdad.
No hay mayor dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria.
No hay ningún viento favorable para el qué no sabe a que punto se dirige.
El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.
Una mente atormentada por la duda no puede concentrarse en el camino que conduce al éxito.
Sólo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente
Se mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.
El hombre que pretende ver todo con claridad antes de decidir, nunca decide.
El odio virulento y larvado hacia el prójimo es la expresión del dolor de uno mismo.
El que no sabe de nada no duda de nada.
No hay dolor que el sueño no pueda vencer.
Cuando se es amado, no se duda de nada. Cuando se ama se duda de todo.
Los más obstinados suelen ser los más equivocados, como todos los que no han aprendido a dudar.
Uno se acostumbra al dolor igual que a la vejez, a la vida, a una enfermedad, a un sanatorio o a una cárcel.
La duda: la escuela de la verdad.
El dolor es para el alma un alimento fecundo.
La duda es el principio de la sabiduría.
El recuerdo de la felicidad ya no es felicidad; el recuerdo del dolor es todavía dolor.
No se ha llegado al colmo del dolor cuando se tiene aún fuerza para quejarse.
El dolor reclama soledad.
Sin dolor no se forma el carácter; sin placer, el espíritu.
El dolor que se calla es más doloroso.
El dolor es siempre menos fuerte que la queja.
La dicha no es más que un sueño, y el dolor la realidad.
La corona real no quita el dolor de cabeza.
El hombre se acostumbra fácilmente al dolor. Es nuestra fuerza, por eso vivimos.
No hay mayor dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria.
El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.
Bien poco enseñó la vida a quien no le enseñó a soportar el dolor.
Sólo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente
Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegría.
La alegría es la pena que se disimula, sobre la tierra no hay más que dolores.
No te rías de las lágrimas de un niño. Todos los dolores son iguales.
El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos.
Dios se vale muchas veces de los débiles para abatir a los poderosos.
El odio virulento y larvado hacia el prójimo es la expresión del dolor de uno mismo.
Para Dios, todo deseo nuestro es como una oración.
No hay dolor que el sueño no pueda vencer.
Cada pueblo tiene la ingenua convicción de ser la mejor ocurrencia de Dios.
Uno se acostumbra al dolor igual que a la vejez, a la vida, a una enfermedad, a un sanatorio o a una cárcel.
La conciencia es un soplo del espíritu de Dios, que reside en nosotros.
El dolor es para el alma un alimento fecundo.
El recuerdo de la felicidad ya no es felicidad; el recuerdo del dolor es todavía dolor.
Dios no nos impone jamás un deber sin darnos posibilidades y tiempo para cumplirlo.
El dolor reclama soledad.
El dolor que se calla es más doloroso.
El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.
La dicha no es más que un sueño, y el dolor la realidad.
El hombre se acostumbra fácilmente al dolor. Es nuestra fuerza, por eso vivimos.
Bien poco enseñó la vida a quien no le enseñó a soportar el dolor.
Si Dios no es amor, no vale la pena que exista.
Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegría.
Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe.
No te rías de las lágrimas de un niño. Todos los dolores son iguales.
El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño.
Dios se vale muchas veces de los débiles para abatir a los poderosos.
Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo.
Para Dios, todo deseo nuestro es como una oración.
Nunca las noticias son malas para los elegidos de Dios.
El único sentido de esta vida consiste en ayudar a establecer el reino de Dios.
Poca ciencia aleja muchas veces de Dios, y mucha ciencia conduce siempre a él.
Cada pueblo tiene la ingenua convicción de ser la mejor ocurrencia de Dios.
El pobre carece de muchas cosas, pero el avaro carece de todo.
La conciencia es un soplo del espíritu de Dios, que reside en nosotros.
No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.
Dios no nos impone jamás un deber sin darnos posibilidades y tiempo para cumplirlo.
¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero!
¡Pero cuestan tanto!.
El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.
De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.
Si Dios es verdaderamente justo me juzgará por mis actos; y no por
mis creencias.
La vida es un juego del que nadie puede en un momento retirarse llevándose sus ganancias.
Si Dios no es amor, no vale la pena que exista.
El que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario.
Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe.
El rico no gozaría nada si le faltase la envídia de los demás.
Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo.
Mucho dinero y poca educación, es la peor combinación.
Nunca las noticias son malas para los elegidos de Dios.
El dinero siempre está ahí; sólo cambian los bolsillos.
Poca ciencia aleja muchas veces de Dios, y mucha ciencia conduce siempre a él.
El dinero no da la felicidad, pero aplaca los nervios.
El pobre carece de muchas cosas, pero el avaro carece de todo.
Lo que no se es capaz de dar, en realidad no se posee.
Uno es poseído por ello.
Si el dinero va delante, todos los caminos se abren.
No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.
El que retiene algo que no necesita es igual a un ladrón.