Como cada año he ido a mi pueblo a pasar las fiestas de nuestra patrona y me da vergüenza escuchar lo que se oye entre la juventud, resulta que hay un establecimiento que desde hace años es punto de encuentro de nuestros hijos, en el cual se vende tabaco y cerveza a menores, y la propietaria les dice "que no digan que ha sido ella la que se lo ha vendido", palabras textuales de mi hijo, que con tan solo 11 años tiene acceso a ese tipo de personas, que les proporciona a los más pequeños todo lo que ... (ver texto completo)