de pequeños junto con mis primos ibamos al pueblo, recuerdo aquellas noches de verano calurosas sentados en la puerta de casa con los vecinos y jugando, las señoras cosiendo por la tarde en la calle, cuando todavia no habia la piscina y el agua se cogia del pozo, luego instalaron las fuentes, fueron unos tiempos entrañables, en un pueblo lleno de encanto y con gentes muy buenas, que pese a la lejania no olvidare nunca.