El proyecto del chalet fue encargado al citado arquitecto vasco-francés Jean Batiste Darroquy. Presenta un diseño espectacular donde combina varios estilos como el neonormando, el modernismo y el eclecticismo. Tiene una fisonomía muy efectista, en el que destaca la ondulación de la cubierta, la amplitud de unos vanos de formas diferentes, un gran número de galerías acristaladas,
miradores y
terrazas cubiertas, el ala lateral torreado y la ornamentación mediante falsa carpintería exterior pintada de rojo.
Así pues, reconoceremos sin lugar a dudas este conjunto por su llamativa estructura irregular y el
color rojo de la madera. El
edificio presenta notorios paralelismos con muchos proyectos publicados en revistas francesas y alemanas a finales del siglo XIX.