Ya nos volvemos a quedar los jubilados, que no tienen que cuidar nietos, eso si llevamos tres días de auténtico verano, el tiempo es así. Queremos destacar del día del museo la labor de Elena Ibarreta con los escudos de apellidos de Pipaón con los que adornó la plaza, gracias. Marisol Martínez y sus deliciosas rosquillas, además estaba guapísima en el puesto de venta donde además destacaba su hijo Rubén, ya todo un jovenzuelo muy, muy guapo. Una labor de todo el verano es la de Fausti y Susana, que están arreglado la pared de su finca como los antiguos canteros, uniendo piedra con piedrs sin ninguna clase de cemento o tierra, así que todos reconocemos su trabajo y el toque tan rústico, esto lo gana el pueblo.
Final del verano, vuelve el silencio. Empezamos triste con el final de Tere, siempre alegra, risueña, elegante era adoptiva del pueblo pero lo sintió suyo, esa era su grandeza. San Roque, la Virgen se cumplió el programa, otra vez la despedida de Asun, 93 años vividos, dejando recuerdos siempre unidos a su esposo Paulino, así es la vida. Viva por las parejas jóvenes, nos traen alegría y nuevas formas de vida y sobretodo el bullicio de sus hijos lo que echaremos de menos. El calor ha sido sofocante ya nuestro monte ha perdido su color, falta de lluvias. desde este remanso de paz a todos decimos ¡hasta el próximo verano!