LA PROTECIÓN DE UNA MADRE
Quien te quiso con locura
aunque no lo merecieras,
quiso quedarse contigo
y la echaste de tú vera.
La hiciste mucho sufrir
aunque nunca lo dijera,
aguantando tus desplantes
y tus muchas borracheras.
Pasando noches en vela
ella siempre te esperaba.
Por si venias herido;
por si algo necesitabas.
Y en lugar de agradecerle
sus desvelos y cariño,
le gritabas enfadado
que tú ya no eras un niño.
Pero una fría mañana
ella ya no te esperaba,
dos Ángeles compasivos
hacia el cielo la llevaban.
Ahora vienes a buscarla
llamándola a todas horas,
¡Aunque tú no puedas verla
te consuela cuando lloras!
Porque una madre se marcha
pero su manto se queda,
para protegernos siempre
aunque no esté a nuestra vera.
Pa. Sa. Ma.
Quien te quiso con locura
aunque no lo merecieras,
quiso quedarse contigo
y la echaste de tú vera.
La hiciste mucho sufrir
aunque nunca lo dijera,
aguantando tus desplantes
y tus muchas borracheras.
Pasando noches en vela
ella siempre te esperaba.
Por si venias herido;
por si algo necesitabas.
Y en lugar de agradecerle
sus desvelos y cariño,
le gritabas enfadado
que tú ya no eras un niño.
Pero una fría mañana
ella ya no te esperaba,
dos Ángeles compasivos
hacia el cielo la llevaban.
Ahora vienes a buscarla
llamándola a todas horas,
¡Aunque tú no puedas verla
te consuela cuando lloras!
Porque una madre se marcha
pero su manto se queda,
para protegernos siempre
aunque no esté a nuestra vera.
Pa. Sa. Ma.