EL LAZARILLO DEL TORMES
Mi abuela solía decir
entre otras muchas verdades,
¡Más te enseñan necesidades
que muchas universidades!
Pensando en el lazarillo
el que fue nuestro paisano.
Era más listo que un grillo
saltando de amo, en amo.
Cada cual con su carácter
se lo hacían pasar mal,
pero siempre se ingeniaba
“pa” poderlos engañar.
Al ciego, o de Villaseca
con el vino y la uvas;
al sacristán con el pan,
haciendo copia de llave
del arca, y poderlo sacar.
Pero pobrecito mío
casi siempre lo pillaban,
pues al quedarse dormido,
aquella llave silbaba.
Y con golpes aprendió
aquellas duras lecciones,
con el vino le curaban
las heridas y chichones.
Mi abuela siempre decía
cuando veía algún pobre,
¡Si está pasando más hambre
que el lazarillo del Tormes!
Y acordándose de él
siempre los socorría,
decía, que San Antonio
después se lo pagaría.
Pa. Sa. Ma.
Mi abuela solía decir
entre otras muchas verdades,
¡Más te enseñan necesidades
que muchas universidades!
Pensando en el lazarillo
el que fue nuestro paisano.
Era más listo que un grillo
saltando de amo, en amo.
Cada cual con su carácter
se lo hacían pasar mal,
pero siempre se ingeniaba
“pa” poderlos engañar.
Al ciego, o de Villaseca
con el vino y la uvas;
al sacristán con el pan,
haciendo copia de llave
del arca, y poderlo sacar.
Pero pobrecito mío
casi siempre lo pillaban,
pues al quedarse dormido,
aquella llave silbaba.
Y con golpes aprendió
aquellas duras lecciones,
con el vino le curaban
las heridas y chichones.
Mi abuela siempre decía
cuando veía algún pobre,
¡Si está pasando más hambre
que el lazarillo del Tormes!
Y acordándose de él
siempre los socorría,
decía, que San Antonio
después se lo pagaría.
Pa. Sa. Ma.