Ya se iba acercando como de costumbre toda esa multitud a misa, en el día de los patronos en la puerta seria el revolcón del Cachi, delante de las autoridades y de todos los que allí acudieron, un día memorable para todos el día de nuestros santos patronos que nos protegen de todo mal, un día memorable por que todos los que tanto cariño les tienen les acompañan en esa misa mayor, en esa misa en la que se vuelve a cantar la aurora tan preciosa en este caso, que esta noche y en muchas de las esquinas de las calles de nuestro pueblo esa cuadrilla de auroros amantes de nuestros patronos cantaron magistralmente hasta bien entrada la mañana, también la procesión es digna de nuestra presencia por que en ella se hace una vez mas la quema del torillo una tradición ancestral que nunca casi seguro desaparecerá del pensamiento de los Oyoneses, y así mientras la tengamos presente en nuestro pensamiento nunca desaparecerá esa tradición que nos honra en estas fechas, y se seguirá haciendo como siempre en la Plaza de San Vicente a unos metros de la iglesia, esta tradición es admirada por propios y extraños por el motivo de esta tradición los unos, y otros por ese picadillo que se siente en el ambiente de quien explotara primero, si el toro o el torero.
