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Noticia recogida de la Rioja. com

Cesc y Messi resuelven ante Osasuna

El Barça vuelve a golear (4-0) y deja muy encarrilado el pase a cuartos

Ficha técnica:

Barcelona: Pinto; Mascherano, Piqué, Puyol; Alves, Sergio Busquets, Xavi, Thiago; Cesc (Keita, min. 87), Pedro (Messi, min. 58) y Cuenca (Alexis, min. 73).

Osasuna: Riesgo; Damià, Lolo, Sergio, Raitala; Nekounam, Timor, Cejudo (Lamah, min. 66), Anunciatta (Ibrahima, min. 83), Torres (Puñal, min. 70); y Lekic.
Árbitro: Fernández Borbalán (Andaluz). Tarjetas amarillas a Cesc, Nekounam, Cuenca y Sergio.

Goles:
1-0, min. 13: Cesc.
2-0, min. 18: Cesc.
3-0, min. 72: Messi.
4-0, min. 91: Messi.

Incidencias: Ida de los octavos de final de la Copa, disputada en el Camp Nou, ante 64.124 espectadores, dos tercios de entrada. El estadio azulgrana estrenaba la normativa en la que se prohíbe fumar en todo el recinto deportivo. David Villa, recientemente operado, asistió al partido desde el palco.
El Barça puso este miércoles pie y medio en los cuartos de la Copa, frente a un Osasuna que salió muy valiente pero enseguida tuvo que entregar la cuchara ante la calidad individual de los azulgrana. Especialmente la de Xavi y Cesc, que firmaron los dos primeros goles, los que dejaron la eliminatoria muy encarrilada nada más empezar, y por supuesto la de Messi, que en media hora anotó dos tantos en la segunda mitad.
La victoria número 1.000 del Barça en su estadio, en 112 años de historia, no fue tan sencilla como la 'octogoleada' que logró en el choque de la tercera jornada de Liga. Osasuna, tal y como había previsto Guardiola, salió arriba, presionando la salida de balón de Pinto y Piqué y durante diez minutos dio la sensación de que podía disputar la eliminatoria.
Tanto se había hablado de que los cuartos entre el Madrid y el Barça ya estaban hechos, que los dos rivales hicieron todo lo posible para echar por tierra los pronósticos. El Málaga casi dio el susto en el Bernabéu y Osasuna, con Leki, Cejudo y el canterano Torres, dominó en el arranque al Barça en su campo.
Los rojillos andaban tan sueltos que en el primer cuarto de hora los azulgrana cometieron cuatro faltas y los navarros sólo una. El Barça, que saltó sin delanteros fijos (Cuenca, Pedro y Cesc formaban la tripleta de vanguardia), parecía que no le cogía el ritmo al nuevo año. Hasta que se encontraron el mejor constructor del mundo y uno de los mejores llegadores del planeta: Xavi y Cesc, respectivamente. El equipo puede salir lento, despistado y hasta pesado por los turrones. Da igual si la calidad de dos fenómenos se junta en dos jugadas consecutivas. Corría el minuto 12. Xavi agarró un pase de Alves. Recorrió la media luna de punta a punta y el de Terrassa asistió a Cesc, que de primera batió por bajo a Riesgo. Conexión mágica, que se repitió corregida y aumentada 5 minutos después. Xavi, que demostró una vez más por que ha sido elegido mejor constructor de juego del mundo por cuarto año consecutivo, encontró al de Arenys al bordo del área. Cesc recibió de espaldas, se giró y se la picó por alto a Riesgo. Golazo de altura, la misma que alcanzó el balón en la vaselina de Fàbregas. 2-0 en menos de 20 minutos y medio trabajo ya estaba hecho.
Parecía que el Barça se conformaba con el resultado y esta circunstancia, unida a que los rojillos, en este caso los celestes, siguieron presionando arriba, neutralizó el juego de ataque de los azulgrana en la primera parte. En la segunda, Guardiola siguió apostando por la defensa de tres (Mascherano, Puyol y Piqué), con Alves en el centro del campo junto a Busquets, Xavi y Thiago. Estaban cómodos, aunque de vez en cuando no sacaban el balón con la comodidad y la fluidez que acostumbran (Mascherano pegó más pelotazos que nunca) y además les faltaba imprimirle un poco de velocidad al juego. Esa labor estaba reservada para Messi, que saltó al terreno faltando media hora. Llegó el lunes a Barcelona después de dos semanas de vacaciones, se bajó del avión, se entrenó en solitario, el martes se incorporó al grupo y este miércoles se vistió de corto (aunque tenía gripe) y al minuto de saltar al campo los defensas rojillos ya estaban temblando. En ese momento, el Barça estaba ya convencido de dejar la eliminatoria resuelta. Sobre todo su estrella, Messi, que irrumpió en el partido riéndose como el que se incorpora a una pachanga, pero en un par de pinceladas firmó un par de arranques espectaculares. Por supuesto el 3-0 fue suyo. Tras un par de rechaces, el balón le cayó a Cesc en el carril derecho, justo al borde del área, centró y el de Rosario, que llegaba desde muy atrás, marcó de cabeza picando al suelo de Riesgo.
El portero guipuzcoano fue el mejor de su equipo, pero no pudo hacer nada. Un minuto después le sacó una mano de balonmano que evitó el cuarto.
Aún quedaba un cuarto de hora y los azulgrana empezaban a gustarse. La guinda, y medio pase a cuartos, la puso el propio argentino desde el borde del área. Es un genio. Aunque la web del Barça anunció al mediodía que Messi sería baja por gripe y fiebre, en media hora metió dos goles y pudo hacer otros dos más. Juega a otro nivel y hoy por hoy es imparable.