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OYON: VIERNES SANTO...

VIERNES SANTO

Llegaba el viernes y no había que dejar de ir a la iglesia otra vez a velar al Santísimo, todo el día un ir y venir de gente de todas las clases y condiciones, a la iglesia a acompañar al Santísimo, era una obligación que nos habíamos impuesto nosotros mismos bueno las personas mayores que tenían conocimiento y sabían el por que de las cosas, el por que de las vigilias y todo aquello que sobre estas cosas había, el que paga esta exento de ello, que devaneo de sesos que al ser pequeños no entendíamos ni papa ya están tocando las carracas nos decían hay que ir a la procesión, aquellas procesiones en silencio por las calles de nuestro pueblo, en aquellas noches que igual hacia frío o estaba lloviznando pero era una obligación y había que cumplirlas renegábamos pero teníamos que ir y lo único que nos decían como te pones por una vez al año que se hace,