Nunca hubiese imaginado que un día llegarías a quererme como ahora. Para mí es como si hubiera ocurrido un milagro, después de amarte durante tanto tiempo he conseguido tenerte como jamás me hubiese atrevido a soñar.
Esos 20 años no me parecen tan lejanos, eres el mismo hombre, con la misma mirada penetrante, con la misma sonrisa pícara y burlona, tus labios carnosos, tu forma de besar... Eres el mismo y eres diferente.
Claro que hemos cambiado pero siempre conservaremos algo de aquella chiquilla inocente y de aquel chico golfillo que me enamoró hasta perder la cabeza.
No sé a dónde nos va a llevar esta historia, no sé que será de nosotros, no sé cuándo volveremos a estar juntos... Lo único que sé es que este amor que sentí a los 14 años y que continúo sientiendo 20 años después se hace cada día más grande, más profundo, más infinito e inagotable.
Solo las personas que se aman llegan a hacer el amor como lo hemos hecho nosotros, sin barreras, sin remordimiento, a plena libertad, muertos de deseo, cómplices, amigos, amantes, comiéndonos, besándonos... Lo único que tengo claro es que, si de nuevo volvemos a encontrarnos (que estoy segura de que así será) yo no podré volver a separarme de tí. Tenlo muy en cuenta, si volvemos a separarnos me muero, de verdad, me muero de la rabia y de la pena. Me maldigo por cobarde y más aún cuando la balanza se inclina hacia tí, no sé qué hago aquí escribiéndote cuando lo que debería es estar ahora mismo a tu lado, abrazándote y amándote como mereces.
Sé que estás ahí, sé que me amas, sé lo que significo para tí y le doy gracias a la vida por todo, por esta sorpresa, por este regalo maravilloso. Soy infinitamente afortunada e increiblemente feliz.
Gracias por existir. Buenas noches, amor. J*.
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