UJUE: Martes 18 de julio de 1939 DIARIO DE NAVARRA PÁGINA...

Escritos de Don Francisco Lizarraga Nuin.

DN, viernes 19 de abril de 1963.

HORIZONTES DE UJUÉ

«En la variedad está el gusto y... la belleza. Por eso Navarra es bella y gusta a sus visitantes.

Por sus contrastes fuertemente marcados con su Montaña y Ribera. Con sus luces y sombras que, le dan un magnífico relieve. A los de la Ribera les encanta el verdor y frescura de los valles montañeses y la frondosidad y el oxígeno de sus bosques. Y los de la Montaña se expansionan en la fértil llanura de las riberas. Todo contribuye a un bello cuadro en relieve. Mas en el conjunto, marcando un tinte especial, en la Ribera, se levanta la montaña de Ujué. No está vestida con ese manto verde de las montañas en combinación con el azul del cielo, donde se esconden, recoletas, tantas ermitas marianas; pero aquí hay novedad: la tierra se resiste, en ese aspecto desnudo de sierra, a la vanidad de la hermosura; y nos hace levantar la vista, para, en Cambio, ofrecernos el regalo de un cielo amplísimo, de horizontes sin fin. -

Y en esta tierra seca y sin flores, brotó la Flor de las Flores, Flor antiquísima y hermosísima entre todas las de Navarra, Nuestra Señora de Ujué, muy venerada de los Reyes y Vasallos del Reino y de otros Reinos y naciones. Ella se situé a 815 m. de altura en la parte oriental de la Provincia para alcanzar con su vista maternal a gran parte de Navarra: no sólo a los de la Ribera, sino a muchas zonas de nuestra Montaña. Los navarros la ven, la miran y la quieren; la invocan y la visitan, tienen sus días oficiales ya multiseculares. Los de Tafalla celebraron su milenario ya el siglo pasado. Muchos no pueden esperar tienen mas asuntos privados, sus demandas urgentes que presentar durante el año y aquí vienen. Podríamos constatar favores extraordinarios. Tiene eficacia especial la novena de Nuestra Señora con la promesa de una visita al Santuario, que después la cumplen con abundantes lágrimas de agradecimiento a esta Reina Madre.

Al acercarse las tradicionales Romerías a Muestro Santuario, en pleno Concilio Vaticano II, me quiero permitir cierta autoridad dimanada de nuestro Sr. Arzobispo para indicar a todos los devotos, que son muchísimos, una intención en su Romería. Su Santidad el Papa Juan XXIII nos suplica insistentemente a toda la Iglesia que pongamos nuestra parte en esta empresa colosa1, que él dirige, con una trascendencia que sobrepasa su alcance espiritual a nuestra pobre imaginación. Son dos los elementos que deben contribuir simultáneamente a su éxito el elemento divino y el humano. Este directamente lo cargan los Padres Conciliares y el otro corresponde a Dios, al Espíritu Santo; pero también tiene éste su parte humana porque está supeditado a la oración de la Iglesia. Es nuestra parte. El mismo Papa nos dio concretamente el alto ejemplo de contribuir al Concilio con aquella su visita en visperas del Concilio a Loreto el Santuario Mariano de Italia, indicando el camino a seguir a todos sus fieles hijos.

Ahora tu recogerás esta idea y a esa tu devoción a María unirás el sacrificio de Romeria auténtica y oración, que desde el fondo de tu alma, en silencio, ofrecerás a Dios por el Concilio de nuestro Siglo.

EL PÁRROCO DE UJUE.

Martes 18 de julio de 1939 DIARIO DE NAVARRA PÁGINA SEGUNDA
D. Francisco Lizarraga Nuin, que ejerció su ministerio sacerdotal en la parroquia de San Enrique de Pamplona, tras haber estado anteriormente en Gallipienzo y Ujué, estuvo como vicario parroquial durante 38 años años (de 1965 a septiembre de 2003). La última etapa de su vida la pasó en las Residencias sacerdotales de Argaray y del Buen Pastor de Pamplona; falleció a los 87 años el 12 de septiembre de 2011.

Se da la circunstancia que en esta parroquia de San Enrique estuvo otro cura que tambíén fue cura de Ujué, tras pasar por Puente la Reina, se trata de D. José Tirapu Ilundáin, primer párroco y fundador de San Enrique (1963 – 1971), posteriormente fue nombrado director de Cáritas Ya fallecido.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
El retorno de San Miguel en Idoy (Valle de Esteribar), gracias a Don Francisco Lizarraga Nuin.

Idoy es un pueblo que resiste con uñas y dientes a perder sus señas de identidad, pienso expresamente en su iglesia parroquial. Mientras a otras localidades se les pasa la vida esperando unas ayudas y subvenciones, cada vez más difíciles de conseguir, para restaurar y recuperar su patrimonio, en Idoy, hubo un sacerdote, hijo del pueblo, que no quiso morirse sin ver su iglesia arreglada. Y en ello empeñó ... (ver texto completo)