La vida agrícola y la ferviente devoción a la religión católica, han sido las notas predominantes de la vida en sus más de ocho siglos de prioridad naturalística.
La emigración de la mayoría de sus vecinos en la década de los años 60, marca una nueva etapa de adaptación a la concentración parcelaria y a la gran evolución de la maquinaria agrícola.
En su
historia reciente y debido a las buenas rehabilitaciónes de algunas de sus
casas, hay una nueva adaptación de vida de varias
familias que
trabajan en otro lugar, y de otras familias que dan vida al
pueblo los fines de semana y festivos.