-Estela de
Lerga (NA.). (
Foto cortesía del
Museo de
Navarra)
Ver: http://es. geocities. com/los vascones/vascones tier ra
toro. htm
Célebre estela de Narhunges, Abissunhari filius (fig. 6), hallada en Lerga, NA. (
Castillo et al. 1981: nº 50), dedicada a un
joven difunto de 25 años, probablemente por su primo Umme, Sahari f (ilius), porque quizá pueda atribuirse con más provecho a este mismo grupo. Se trata de una
familia más acomodada, tanto en sentido económico (parece un joven jinete) como cultural, a la región en la que vive, a cuya más habitual cabecera semicircular se ciñe la estela. Pero véase la composición central: Bajo la línea primera del epígrafe, entre dos crecientes lunares (quizá mejor que «guirnaldas»), hay un marco arquitectónico como los de la
Sierra de Codés, sólo que columnado; en él aparecen dos figuras en plena
danza fúnebre, levantando sus manos, que se unen a través del objeto rectangular que entre ambas sostienen. Como aquí sí parece tratarse de soldados, quizá de commilitones, y el de la derecha sujeta, esta vez claramente, una lanza, quizá en este caso sí pueda decirse que muestran la urna cineraria del difunto (así pensó Marco Simón, 1978: nº N 29, y véase también la de Narvaja,
Álava), o danzan con ella, aunque el objeto, con sus laterales elevados, no se preste a encontrarle paralelos arqueológicos. Parece así que tenemos en Lerga a un joven originario de la zona occidental vascona, enterrado lejos de su tierra. Y entonces su onomástica, quizá la más vasco-aquitana de toda Navarra, al decir de L. Michelena, parece indicarnos quiénes eran, menos romanizados pero en contacto, los habitantes primigenios de la Sierra de Codés, a lo mejor llamados Cuda/enses. Puede, por tanto, que por el lado occidental el límite del ager Vasconum pudiera precisarse más por esta meridiana. Después de estas consideraciones sobre el oeste vascón, podemos plantearnos ya si la distribución a la que hemos llegado con un
mapa de testimonios religiosos puede ser expresiva también para la definición geográfica de la zona este, y si podría detectarse algún posible centro para este llamativo culto tauro-lunar.