Sentí mucha emoción al recorrer cada lugar del pueblo. Iba y venía una y otra vez, por lis mismos lugares como queriendo atesorar casa rinconcito de Leoz. Estar en Capilla en total silencio, mirando cada parte de su altar y dejando que adiós ke hable a mi corazón, me lleno de paz. Parada frente a ls Pila Bautismal, a la imagen del Santo familiar... es lo mas bonito que pudo ocurrir en ese viaje... Y al regreso, enterarme que iba a ser abuela.
Dios sabe si podré regresar a LEOZ. Mientras tanto guardo en mi corazón l emoción de haber podido xamibar su suelo, respirar su aire y disfrutar del silencio de la Valdorba. Un silencio intenso que me reunió con mis abuelos y su historia. ¡Inolvidable!
Me he imaginado mucho cómo habían sido sus días de Convento. He leído mucho el texto del folleto que había de su sencillez, solidaridad y humildad. Me ha horrorizado su Eucaristía en una noche de intolerancia, odio y desprecio por la vida. Su beatificación en 1989 ne colmo dexalegria. Estar frentexa su escultura me dejó din habla... Lo miré largo rato queriendole decir tanto... le pedí por la familia, por los más ancianos, por los más pequeños y le conté que se lo invoca con verdadero fervor
. Una ... (ver texto completo)
Dios quiera pueda volver.... pero si no fuera así, el sueño está cumplido
El tiempo hace su obra. Se ve, su presencia. Pero a pesar de eso, el nombre sigue indicando que he llegado. No es poco.
El agua clara... ahí estaba... vertiente de pureza. El agua de LEOZ.
Tallado bellisimo. Ante su figura bella en arte, triste en su sufrimiento,; me quedo en silencio intentando escuchar qué me decía el Cristo. En silencio le ofreci mis dolores, mis penas, mis logros, mis alegrias. Le pedí por mi familia, por su bienestar... y cuando regresé a mi hogar, tuve la hermosa novedad de mi abuelazgo.
Y aunque solo sea el lor, saber que en ese lugar vivió Román, me transportó a la época en que habrá soñado conocer Argentina. Vaya a saber el motivo real. Pero lo cierto, que de su cvaliente decisión, junto con María, dieron vi a in sueño de familia y descendencia... ¡Cómo no sentir emoción al visitar su terruño!
Qué emoción enorme! Miro las imágenes y " vuelvo a viajar " al terruño familiar.
No hay honor mayor que recibir el pañuelo que lleva nuestro nombre
El agua es salud... y si es de LEOZ
... aun más
Y con LEOZ, a mis espaldas, caminar su suelo, respirar su aire, escuchar su silencio, dejar pasar el tiempo...
Querido BEATO Pablo Leoz Portillo, intercede pie nosotros
La inmensidad del Valle del Orba, su silencio, su serenidad,... parecen arropar mi presencia.
Querido BEATO, estar en tu presencia me lleno de emoción