Tallado bellisimo. Ante su figura bella en
arte, triste en su sufrimiento,; me quedo en silencio intentando escuchar qué me decía el
Cristo. En silencio le ofreci mis dolores, mis penas, mis logros, mis alegrias. Le pedí por mi
familia, por su bienestar... y cuando regresé a mi hogar, tuve la hermosa novedad de mi abuelazgo.