En su término se encuentra el yacimiento arqueológico de la Pedrigosa.
Antiguo lugar de señorío nobiliario hasta que sus propios pobladores compraron (1323) la franquicia a su titular Gonzalo Martínez de Morentin, y obtuvieron que el rey Carlos I les concediera (1323) el fuero de
Viana.
En 1847 tenía
escuela, cuyo maestro era a la vez sacristán y secretario del
ayuntamiento y percibía 74 robos de trigo y 100 reales al año de remuneración.
Durante la guerra de 1833-1839 se roturó el único
monte que existía en el término.
A comienzos del siglo XX contaba con un
molino harinero.