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Iglesia San Miguel
Se trata de una iglesia de origen
medieval de hacia 1200 de la que se conserva la
torre,
columnas del
coro,
cripta y
arco triunfal de la
cabecera, además de lienzos de muro visible en el lado del Evangelio que en el siglo XVI recibió unas cubiertas de nervios, construyéndose también en ese momento la cabecera y el coro Finalmente en el siglo XVII se construyeron las
capillas, el edículo de la
pila bautismal rehaciéndose también el
alero. Diversas noticias parecen iluminar estas fases de
obras de los siglos XVI y XVII. Así, en 1590, Juan Mendica se obliga a hacer ciertas obras en la iglesia de
Eslava y en 1594 Joannes Almoza
firma una escritura de concierto para construir unas obras en la iglesia que pueden referirse a las cubiertas. En 1611 y 1616 otorga carta de pago al
cantero Miguel de Recondo y en 1617 lo hace Luis de Zaidúa también cantero. Todavía en 1643 Miguel de Loya y Beltrán Larrondo se obligan a construir unas obras en la iglesia y en 1651 lo hace
Pedro Unzueta.
La planta es de una sola nave de tres tramos y cabecera plana. Dos capillas se abren en el tramo inmediato del
crucero. Los alzados muestran los
muros de buen sillar a la
vista. El arco triunfal es apuntado, de sección cuadrangular muy potente y apoya sobre
pilares con imposta lisa. Es medieval y pertenece a la primitiva
fábrica. Dos
arcos dan acceso a las capillas, el de la nave del Evangelio es carpanel con el intradós decorado con casetones moldurados que llevan inscritos rombos; el arco apea sobre ménsulas molduradas sobre pilastras cajeadas. El del lado de la Epístola es de
medio punto con casetones cajeados en la rosca y el intradós y apoya en pilastras lisas sobre impostas molduradas.
Frente a la
puerta hay un edículo
formado por pilastras cajeadas dóricas con su correspondiente arquitrabe que enmarcan un arco de medio punto que da
entrada a un nicho con
bóveda de cañón donde se alberga la
capilla bautismal.
La cubierta de la nave consiste en tres tramos de
bóvedas estrelladas de nervios mixtilíneos moldurados separadas por fajones apuntados que descansan en ménsulas semicirculares a cuya
altura corre una imposta de varias molduras por los muros de la nave. Las bóvedas tienen claves
principales y secundarias lisas. Por su parte, la cabecera está cubierta con una bóveda de crucería apoyada sobre ménsulas piramidales más sencillas que las de la nave. La carilla del Evangelio está cubierta por una bóveda estrellada con nervios mixtilíneos semejante a las de la nave
central pero sin claves y la de la Epístola lo hace con una bóveda de cañón reticulada. En los muros de la nave se ven huellas de arcos de medio punto de más altura los del tramo inmediato a la cabecera que deben corresponder a la cubierta primitiva. El coro se alza sobre arco escarzano de sección cuadrangular decorado con
bolas, bajo el cual se conservan sendas columnas con pedestal cúbico y bases circulares provistas de bolas en las
esquinas. Estas columnas que quedan cortadas por el coro deben pertenecer a la
construcción románica lo que indica que los alzados de este tramo son también románicos, cuestión que parece asegurada por la
ventana abocinada del coro. Este se prolonga en una
tribuna Lateral por el lado del Evangelio de igual estructura y apoyada en ménsulas. El antepecho tiene una
balaustrada dividida, por pilastras cajeadas con óculo centra y balaustres acanalados y abocelados, todo ello de
piedra perteneciente al siglo XVI. La sacristía es una estancia rectangular adosada a la cabecera en el lado de la Epístola. Está cubierta por una bóveda de crucería del siglo XVI sobre ménsulas con bolas. Por el lado del Evangelio, en el tramo intermedio, la nave tiene adosado un
cuerpo a bastante altura sobre ella con cubierta de cañón que parece
románico o acaso protogótico.
Bajo la cabecera hay una cripta con bóveda de cuarto de cañón y
escalera de acceso por la sacristía.
El
exterior es algo complejo ya que tiene la torre sobre la cabecera aunque esta compuesta únicamente por el cuerpo de
campanas y cubierta por
tejado sobre ménsulas trilobuladas. El exterior del muro de la Epístola de sillar remata en el alero sostenido por mensulitas molduradas y lleva adosados dos contrafuertes uno a los pies y otro sobre la puerta, y una ventana cuadrada.
A un nivel más bajo un volumen saliente corresponde a la escalera del coro y a la
portada llegando hasta el exterior de la capilla. La puerta es románica con tres arquivoltas aboceladas de medio punto separadas por molduras cóncavas y un guardalluvias. Apean sobre columnas con
capiteles vegetales muy esquematizados propios de un románico tardío. Tienen basas circulares sobre plintos cúbicos. La cabecera lleva adosado un cuerpo prismático a modo de gran contrafuerte que lleva el
reloj.
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Ermita Santa Bárbara
En la parte
alta del pueblo se sitúa la
ermita de Santa Bárbara, de sencilla planta rectangular, con tres naves separadas por pilares de hormigón y techo
plano de vigas, además de una sacristía de planta rectangular. Se encuentra muy
reformada y presenta
exteriores de sillarejo, cubierta a dos
aguas y
espadaña. La puerta rectangular se sitúa en el muro de los pies. Preside la ermita un Crucificado de tamaño mediano, del siglo XVI, con expresiva anatomía y una
imagen de San Bárbara moderna. La pila aguabenditera, semiesférica con gallones, es del siglo XVI.
Han desaparecido dos
ermitas, la de la
Virgen y la de
Santa María Magdalena que se situaba lejos del pueblo, hacia Loya. En
estado ruinoso se encuentra la ermita de la
Santa Cruz o Santa Cris.
Saliendo del pueblo se localiza un crucero del siglo XVI, elevado sobre tres gradas cuadrangulares, pedestal prismático y fuste acanalado. La cruz lleva en el anverso el Crucificado entre María y San Juan y en el reverso a la
Inmaculada Concepción.
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Arquitectura Civil
Eslava cuenta con una fisonomía
típica de pueblo-
fortaleza, de carácter defensivo.
Se sitúa en una
pendiente orientada hacia el Sur, quedando el
alto del pueblo a 558 metros y la parte más baja a 536. Todavía se puede apreciar algo de los
restos de
murallas de su
castillo que tuvo una gran importancia en época medieval. Sus
calles se unen en curvas, en función del
antiguo castillo y la
carretera pasa por medio de estas calles dejando una
plaza en medio.
Eslava tiene más interés en cuanto a estructura urbana que en cuanto a la arquitectura de sus
casas. Éstas son del estilo de las que encontramos en otros
pueblos de la
Navarra Media oriental. En
general, casas no muy altas de planta rectangular de sillar o sillarejo, de dos niveles con
puertas bien rectangulares, bien de medio punto con clave y
escudo.
La
casa parroquial, construida a comienzos del siglo XVIII
rompe algo este canon al contar con cuatro niveles.
Destaca también en la
calle Recreo un
torreón prismático de sillarejo con una saetera y restos de una ventana geminada.
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Arqueología
La prospección sistemática llevada a cabo en el
término municipal de Eslava (Navarra) durante los años 1994/1995, permitió obtener nuevos
datos sobre el poblamiento de este lugar en época
romana: se localizaron varias villas y numerosos asentamientos de
menor entidad, aunque igualmente relacionados con la economía agropecuaria. Todo ello cobra especial interés si tenemos en cuenta que todos estos hallazgos se articulan en
torno a un
núcleo central constituido por el yacimiento denominado "
Santa Criz".
Se tienen noticias deeste yacimiento, desde el año 1917, cuando, J. Castrillo publica un miliario procedente de este lugar. Las publicaciones posteriores siguen haciendo referencia a hallazgos realizados en la zona, pero nunca al yacimiento como tal.
El examen de prospección minuciosa aportó numerosas pruebas que evidencian un potencial arqueológico ignorado hasta el momento, así como la existencia de una necrópolis, también de época romana, de la que no se conocía dato alguno. Por este motivo, y con el
apoyo del Gobierno de Navarra, se han llevado a cabo dos campañas de excavación (1995-1996), centradas principalmente en la citada necrópolis.
Los datos extraídos de las mismas, aunque provisionales, unidos a los importantes restos epigráficos de índole funeraria hallados en el lugar permiten asegurar la existencia de la segunda necrópolis de incineración de época romana en el conjunto de la arqueología navarra.