Sus galerías están formadas por grandes
arcos apuntados de descarga que cobijan en su interior a otros dos de dimensiones más reducidas sostenidos por finas
columnas de
capiteles florales dobles. Es de apreciar la conservación del
claustro tudense, que tiene la particularidad de ser el más antiguo de la comunidad gallega. De gran belleza y armonía, data de la primera mitad del siglo XIII, destacando su trazado siguiendo la influencia cisterciense quizá del cercano
monasterio de
Santa María de Oia.