Estas medidas no solo afectan positivamente al bolsillo de los ciudadanos, sino que también significan una mejoría en su salud. Al poder recorrer la ciudad de una punta a otra en tan solo treinta minutos, son muchos los que optan por ir caminando - o en bici - a todos lados. Actualmente el
centro histórico de la ciudad tiene restringido casi en su totalidad el paso a los vehículos y la zona nueva ronda el 75%. Además, pese al miedo inicial de los comerciantes por una posible paralización de su actividad, ha quedado demostrado que no solo esto no ha sucedido, sino que el
comercio sigue creciendo al mismo ritmo que lo hacen la cultura y las actividades festivas.