El 8 de diciembre de 1836 se cierra definitivamente el
convento, a partir de ese momento el
edificio entra en un proceso de
ruina y deterioro progresivo. En 1864 se derriba la
capilla de
San Jacinto, situada en el extremo sur del crucero y entre 1869 y 1870 la parte superior de la
torre que existía en este mismo punto.