En
Pontevedra, en el año 1520, ante una epidemia, dijo en el
púlpito de la parroquial de
San Bartolomé: de parte de Dios yo os prometo que cesará esta epidemia si se constituye en esta villa una cofradía en memoria de la Pasión de Nuestro Redentor. Y, tras cumplirse propuesto, Pontevedra se vio libre de la peste. Además, Fr. Francisco Blanco, tras dormir sobre su tumba nueve
noches seguidas, se curó, también, milagrosamente. Hoy su sepulcro ocupa un arcosolio en la nave, en el lado de epístola. Tiene, en su frente, una inscripción que dice: S. JOAN DE NAVARRETE/ NANTES MORTUUS AN. 1528./ HAC IN ECLESIA SEPULTUS EST./ HUJUS RELIQUIAE HIC CONDITAE SUNT.