Y defenderse de otros castros: todos rivalizaban entre sí por adjudicarse los mejores lugares para la
caza, la
pesca y el pastoreo. desde cuándo fue ocupado el
monte de
Santa Tecla, las últimas investigaciones confirman que lo fue, al menos, desde el siglo IV a. C. Y llegó a ser una de las mayores “ciudades” del nordeste de la Península, con unos cinco mil habitantes antes de su abandono entre los siglos I y II d. C.