VEREA: Tengo que darte la razón, Aldeano, el tiempo se va...

Tengo que darte la razón, Aldeano, el tiempo se va en un pis pas y, al menos en lo que a mí respecta, para lo que iriamos a disfrutar de una restauración (cosa que, además de costosa, lleva su tiempo) y que nuestros vástagos "pasen" de ello, mejor dejarlo así y, como tú dices, disfrutar con el recuerdo entrañable que nos produce la piedra ahumada de la lareira, el olor que aún está impregnado en ella, esa luz que entra por el vano de la ventana y se posa en las viejas tablas del suelo... Es como si se conservasen en todo ello las huellas de los seres queridos y las de nuestra infancia, nuestra "edad de oro", que decía el poeta, y que gracias a ello aún la sentimos fresca.