Que se amplíe la gran familia de Escornabois siempre tiene que ser un motivo de alegría para todos, enhorabuena a Carlos Alberto y a su mujer. Los que estamos fuera del pueblo tenemos una gran labor con nuestros hijos, añadida a su educación ordinaria, inculcarles el cariño y el amor a la tierra de sus abuelos, se me antoja que no debe ser fácil, sobre todo cuando se hagan más mayores. No obstante si se hace de corázón estoy seguro de que consigueremos mantener ese espíritu vivo a pesar de la distancia.
Enhorabuena, Pepe.
Enhorabuena, Pepe.