Es verdad Juan la llama del corazon es lo que mantiene viva la memoria y hace que no se olvide el lugar de donde viene uno. El arraigo es muy grande al principio, segun palabras de mi madre y mis tias y ni hablar mi abuela Olimpia, pero a medida que uno forma una vida nueva llegan los hijos y hace todo mas llevadero. Pero nunca jamas se olvida de donde viene uno. Tratare de hablar con mi abuela para que me cuente historias del pueblo y te las pueda transmitir Juan. Un abrazo para todos. Carlos Alberto Ansede.