El otro día, paseando por la Plaza Mayor, decido tomarme un vinito y cual es mi sorpresa, en frente de mi mesa, el cura Rodolfo y el padre José tomando sendos vasos de vino.
Me saludaron y el padre Rodolfo me dijo que extrañaba el foro.
Me dieron la bendición y me invitaron a asistir a unas misas de Roqueros.
Me saludaron y el padre Rodolfo me dijo que extrañaba el foro.
Me dieron la bendición y me invitaron a asistir a unas misas de Roqueros.