Apreciado amigo, por su escrita veo que es un hombre culto, intilixente, así que se había dado cuenta usted que era yo el carnicero, no tengo más que felicitarle por la buena nariz que tiene. Además dice usted una buena verdade pois a mí me gusta reirme de mí sombra. Perdoenos sinor que somos como garotos, más facia tempos que nos demos cuenta que había algún despistado que podíamos debertir, lo sento en ialme que no sea su caso, más con declaraciones como hace el sinor bein fica el meu amigo Manuele más eu.