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A VILAVELLA: Nunca te quejes de nadie ni de nada, por que fundamentalmente...

Nunca te quejes de nadie ni de nada, por que fundamentalmente tu has hecho lo que querías de tu vida acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar dirigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre, surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de la suerte, enfrentarla con valor y acéptala, de una manera u otra es el resultado de tus actos, y prueba que tú siempre has de ganar no te amargues, o seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para empezar, y que ninguno es tan terrible como para claudicar.
No olvides que las causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu futuro es tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuerte, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tu problemas, y mas en todas esa personas que te quieren a pesar de todo por que siempre serás Peteretiño
Aprende a nacer desde del dolor y a ser mas grande que el mas grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y será esa persona que siempre asido en una palabra será Amador, porque tu mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer, y piensa que si un día es negro el próximo será soleado y siempre tendrá un amigos en mi persona aunque tengamos nuestra discrepancias pero siempre seremos lo suficiente mente para ayudarnos.

Ya veras como sales airoso de esta operación. Tienes que volver y dar alegria a los tuyos. Todo un pueblo te quiere, adelante Amador.
Te queremos
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Me uno a tu deseo. Me imagino que te refieres a quien me dijiste que estaba ingresado en el Clínico.

Que tenga confianza en los profesionales que allí hay, y que se prepare para una lenta y constante recuperación, y al final le darán fruto. Y el apoyo de sus amigos, que seguro no son pocos.

Seguro que, al leer tu correo se sentirá gratificado y confortado con Neruda.

Un abrazo