La desproporcionada reacción de diversos sectores políticos y mediáticos a la condena impuesta por el Tribunal Supremo a Baltasar Garzón, ha convertido este caso en una peligrosa y lamentable causa política, que acrecienta la división social y altera el normal funcionamiento de la vida democrática.
Algunos pretenden revolver las aguas profundas de la sociedad en un momento en que el nuevo Gobierno ofrece una lección de seriedad y rigor. Garzón, que mantenía una permanente altivez ante quienes le han juzgado, es responsable de alimentar las vías paralelas de defensa pública. Muestra de ello es el comunicado que ha emitido tras la Sentencia. Pero la desaforada y surrealista defensa de Garzón que algunos han emprendido, refleja su oposición a las instituciones y al Estado de Derecho cuando no coinciden con sus intereses.
El hecho de que un diputado de IU llame a la desobediencia civil, que otro del PSOE advierta que este fallo “conmocionará la ciudadanía”, y las sucesivas concentraciones reivindicando una justicia popular a la medida de sus intereses ideológicos, son pinceladas de una agitación social necesaria para tapar la verdad de la condena. Como ha señalado el Fiscal General de Estado a la Cadena COPE, vulnerar el derecho de defensa significa romper el derecho de todos por la parte más débil desde el punto de vista procesal. Y de esto se trata en el caso de Baltasar Garzón.
Un saludo amigos
Algunos pretenden revolver las aguas profundas de la sociedad en un momento en que el nuevo Gobierno ofrece una lección de seriedad y rigor. Garzón, que mantenía una permanente altivez ante quienes le han juzgado, es responsable de alimentar las vías paralelas de defensa pública. Muestra de ello es el comunicado que ha emitido tras la Sentencia. Pero la desaforada y surrealista defensa de Garzón que algunos han emprendido, refleja su oposición a las instituciones y al Estado de Derecho cuando no coinciden con sus intereses.
El hecho de que un diputado de IU llame a la desobediencia civil, que otro del PSOE advierta que este fallo “conmocionará la ciudadanía”, y las sucesivas concentraciones reivindicando una justicia popular a la medida de sus intereses ideológicos, son pinceladas de una agitación social necesaria para tapar la verdad de la condena. Como ha señalado el Fiscal General de Estado a la Cadena COPE, vulnerar el derecho de defensa significa romper el derecho de todos por la parte más débil desde el punto de vista procesal. Y de esto se trata en el caso de Baltasar Garzón.
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